Comentario Biblico


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1 El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad,

2 a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros:

3 Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.

4 Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.

5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.

6 Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.

7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

8 Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.

9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.

10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!

11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.

12 Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido.

13 Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén.


Footnotes: [1] 1 El Anciano: término usado para designar a personas que ejercían diversas formas de autoridad en la iglesia (véase Hch 11.30 n.). Aquí el autor usa la palabra para designarse a sí mismo. [2] 1 A la señora elegida y a sus hijos. Lo más probable es que el autor ha personificado a alguna iglesia, llamándola señora en sentido figurado (cf. v. 13; 1 P 5.13). [3] 4 3 Jn 3. [4] 5 Jn 13.34; 15.12,17; 1 Jn 3.11,23; 4.7,11. [5] 5 1 Jn 2.7; 3.11. [6] 6 Jn 14.15,23-24; 1 Jn 5.3. [7] 7 1 Jn 2.18,22-23; 4.1-3; cf. Mt 7.15, y véanse notas a 1 Jn 2.18,22. Respecto a la negación de que Jesucristo ha venido en carne, cf. 1 Jn 4.2 y véase la Introducción a 1 Jn. [8] 9 1 Jn 2.22-24; 4.15. Cualquiera que se extravía: referencia irónica a algunos que decían tener un conocimiento superior a la doctrina de Cristo, o sea, a lo que Cristo enseñó. [9] 10-11 No se trata de visitantes que llegan de paso, sino de aquellos que se presentan con una enseñanza diferente y esperan ser reconocidos como maestros, abusando a la vez de la hospitalidad de la iglesia. Cf. Gl 1.7-9. [10] 12 3 Jn 13-14. [11] 13 Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan: véase 2 Jn 1 nota b. La hermana es, posiblemente, la iglesia desde la cual el autor escribe la carta; algunos piensan que fue la iglesia de Éfeso. [12] 13 En diversos ms. no aparece: Amén.

Footnotes: [1] 1 El Anciano: Véase 2 Jn 1 nota a. [2] 1 Gayo: persona importante de alguna iglesia. [3] 3 2 Jn 4. [4] 4 Mis hijos: Cf. 1 Co 4.15; Gl 4.19; Flm 10. [5] 5 La hospitalidad ofrecida a cristianos que se encontraban de viaje era una práctica común (véase Ro 12.13 n.); aquí parece tratarse especialmente de los mencionados a continuación (véase 3 Jn 7 n.). [6] 7 Por amor del nombre: véase Nombre en la Concordancia temática. Se trata de cristianos que viajaban (cf. Mt 10.5-15 y paralelos) dedicados a la predicación de la verdad (v. 8). Véase 1 Jn 1.6 nota k. [7] 9 No se conserva la carta anterior a esta que aquí se menciona. [8] 9 Diótrefes: dirigente de la iglesia a la que pertenecía Gayo o de una comunidad vecina; solo aquí se hace mención de su nombre en el NT. [9] 11 Cf. Heb 13.7. [10] 11 1 Jn 2.29; 3.9-10. [11] 12 Demetrio: posiblemente un miembro de la misma iglesia local de Gayo, o bien, uno de los misioneros mencionados en los v. 5-8 (véase 3 Jn 7 n.); se puede suponer que este haya sido el portador de la carta. [12] 13-14 2 Jn 12.

Footnotes: [1] 1 Judas: Véase Introducción. [2] 3-16 Esta sección es muy parecida a 2 P 2.1-22; véanse las semejanzas citadas en las notas que siguen. [3] 3|r |iFe: Véase 2 P 1.1 nota c ; cf. Jud 20. [4] 4 A Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Otra posible traducción: A nuestro único soberano y señor, Jesucristo . [5] 4 2 P 2.1-2. [6] 5 El Señor: Dios. [7] 5 Ex 12.51. [8] 5 Nm 14.29-30,35; 1 Co 10.1,5. [9] 6 2 P 2.4. Probable alusión a Gn 6.1-4. En el libro de Enoc (véase Jud 14-15 n.) se escribe detalladamente sobre el castigo de los ángeles a los cuales parece referirse el citado pasaje (cf. Gn 6.2). [10] 7 2 P 2.6. Cf. Gn 19.1-24. [11] 8 2 P 2.10. [12] 9 Miguel: mencionado en Dn 10.13,21; 12.1; Ap 12.7. [13] 9 El cuerpo de Moisés: Dt 34.5-6. [14] 9 Dijo: "El Señor te reprenda": Cf. Zac 3.2; 2 P 2.11. Según una tradición judía, cuando Moisés murió, el arcángel Miguel vino a llevarse su cuerpo y el diablo trató de reclamarlo para sí mismo, con el pretexto de que Moisés había sido un asesino (Ex 2.11-12). [15] 10 Cf. 2 P 2.12. [16] 11 Caín: Gn 4.3-9; Heb 11.4; 1 Jn 3.12. [17] 11 Cf. 2 P 2.15-16, que es más explícito. Balaam: Cf. Nm 22.4-35; Ap 2.14. [18] 11 Coré: Nm 16.1-35. [19] 12 Ágapes: es decir, comidas en común, en las que se celebraba la Cena del Señor (véase 1 Co 11.20-22 n.). Cf. el comportamiento de algunos de Corinto (1 Co 11.17-21). [20] 12 2 P 2.13. [21] 12 Cf. Ez 34.8. [22] 12-13 Imágenes tomadas del libro de Enoc, citado en los v. 14-15. Este escrito pertenece a la literatura judía y no forma parte de la Biblia. En él se habla de la falta de lluvia y de frutos, y se hace referencia al encarcelamiento de las estrellas. [23] 14-15 Esta cita es del libro de Enoc (véase Jud 12-13 n.), el cual contiene supuestas visiones que Enoc (Gn 5.18,21-24) tuvo después de haber sido llevado al cielo (cf. Heb 11.5). [24] 17-18 2 P 3.2-3. Cf. 2 Ti 3.1-5. [25] 19 Los que causan divisiones: Ro 16.17; 1 Co 1.10; Tit 3.10. [26] 22 A algunos que dudan, convencedlos: otros ms. dicen: Tened compasión de los que dudan. [27] 23 Arrebatándolos del fuego: Cf. el castigo de fuego que sufrieron Sodoma y Gomorra (v. 7), y el de Coré (v. 11); cf. también Mt 13.42,50. [28] 24-25 Cf. 2 P 3.14.

Footnotes: [1] 1.1 Revelación: gr. apokalypsis ; véase Introducción. [2] 1.1 Las cosas que deben suceder pronto: alusión a Dn 2.28; cf. también Ap 4.1; 22.10. [3] 1.2 Testimonio: El término castellano mártir se relaciona con la palabra griega que significa ser testigo. Esta palabra se usaba en los primeros siglos del cristianismo para referirse a quienes sufrían la muerte por causa de su fe. [4] 1.2 Del testimonio de Jesucristo: Esta última expresión puede referirse tanto al mensaje acerca de Jesucristo como al testimonio dado por él mismo y confirmado con su propia muerte (cf. v. 5). [5] 1.3 Las palabras de esta profecía: Cf. Ap. 19.10; 22.6-10,18-19, y véase 1 Co 14.1 n. [6] 1.3 Ap 22.7; cf. Lc 11.28. Primera de las siete "bienaventuranzas" (véase Mt 5.3-12 n.) que se encuentran en el libro (Ap 1.3; 14.13; 16.15; 19.9; 20.6; 22.7,14). [7] 1.3 El tiempo: es decir, el momento señalado, cuando hayan de suceder los acontecimientos anunciados en el libro. [8] 1.4 Esta presentación y saludo del autor sugiere que se considere a Apocalipsis como una especie de carta circular dirigida a las siete iglesias de la provincia de Asia, nombradas en el v. 11 y situadas en la región de Asia Menor que hoy corresponde a la parte occidental de Turquía. Siete: Dado que este número es símbolo de totalidad y perfección, las siete iglesias representan a todas las iglesias. [9] 1.4 Gracia y paz: Ro 1.7; 1 Co 1.3; Gl 1.3. [10] 1.4 Del que es y que era y que ha de venir: alusión al nombre divino revelado en Ex 3.14-15. [11] 1.4 Los siete espíritus: Cf. Ap 3.1; 4.5; 5.6. La mención de los siete espíritus junto con el Padre y con Jesucristo sugiere que estos espíritus simbolizan al Espíritu de Dios en sus múltiples manifestaciones (cf. Is 11.2). [12] 1.5 Testigo fiel: Véase 1.2 nota c ; cf. Is 55.4; 1 Ti 6.13. [13] 1.5 El primogénito de los muertos: Hch 26.23; Col 1.18. [14] 1.5 El soberano de los reyes de la tierra: Sal 89.27; cf. Ro 14.9. [15] 1.5 Ap 7.14; 12.11; cf. Ro 3.25; Heb 9.14; 1 P 1.18-19; 1 Jn 1.7. Con respecto a la purificación por la sangre de Cristo, cf. 1 P 1.2 y véanse las notas correspondientes; cf. también Ex 12.13,23; 1 P 1.18-19. [16] 1.6 Ex 19.6; Is 61.6; 1 P 2.5,9; Ap 5.10; 20.6; cf. Ap 2.26; 3.21. [17] 1.6 Amén: palabra hebrea, que sirve para ratificar lo afirmado por uno mismo o por otra persona. Véase Ro 1.25 nota x. [18] 1.7 La descripción utiliza expresiones tomadas de Dn 7.13 y Zac 12.10. Nótese el uso de los mismos pasajes del AT en Mt 24.30; Mc 13.26; Lc 21.27; Jn 19.34-37; cf. también 1 Ts 4.17. [19] 1.8 Ap 1.17; 21.6; 22.13; cf. Is 41.4; 44.6. Alfa y omega son, respectivamente, la primera y la última letra del alfabeto griego, y la frase equivale a decir "el principio y el fin" (cf. Ap 21.6; 22.13). [20] 1.8 En diversos ms. no aparece: principio y fin. [21] 1.8 El que es... venir: Véase Ap 1.4 nota j. [22] 1.9--3.22 En esta primera sección del libro se presenta a Cristo, Señor y Juez de la iglesia. Cristo se dirige a la iglesia, representada por las siete congregaciones de Asia Menor, para ponerla en guardia contra los peligros que la amenazan de dentro y de fuera, y para animarla a permanecer fiel a pesar de las dificultades. En los siete mensajes (2.1--3.22) se describe la situación de las iglesias presentando sus aspectos positivos y sus deficiencias. Con esta visión realista de la iglesia contrasta la visión ideal del pueblo de Dios, con que termina el libro (21.2--22.5). [23] 1.9 Patmos: isla pequeña y rocosa del mar Egeo, al sudoeste de Éfeso, a donde los romanos deportaban a algunos de sus presos políticos. [24] 1.9 Del testimonio de Jesucristo: Véase 1.2 nota d. [25] 1.10 Estando yo en el Espíritu: otras posibles traducciones: caí en éxtasis o quedé bajo el poder del Espíritu. [26] 1.10 Día del Señor: Esta expresión se usa aquí, por primera y única vez en el NT, para designar el primer día de la semana, es decir, el domingo; véase Hch 20.7 nota g. [27] 1.10 En los v. 11-18 la voz se identifica como la del Cristo glorificado. [28] 1.11 En diversos ms. no aparece: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. [29] 1.11 Las siete iglesias: Véase 1.4 nota h. [30] 1.12 Candelabros: Se trata de siete candelabros de oro que, según el v. 20, simbolizan las siete iglesias del v. 11. La imagen evoca el candelabro de siete lámparas de Zac 4.2, y posiblemente también el candelabro de siete brazos de Ex 25.31-40. [31] 1.13 Semejante al Hijo del hombre: Ap 14.14; cf. Dn 7.13. Véase Hijo del hombre en la Concordancia temática. [32] 1.14 Sus cabellos eran blancos como blanca lana: Cf. Dn 7.9. [33] 1.15 Como el estruendo de muchas aguas: Cf. Ez 1.24; 43.2; Ap 19.6. [34] 1.13-15 Cf. la visión de Dn 10.5-6. [35] 1.16 Siete estrellas: Véase 1.20 n. [36] 1.16 Espada aguda de dos filos: Cf. Ap 19.15; cf. también Is 49.2; Heb 4.12. [37] 1.17 Cf. Dn 10.9-11; nótese también Is 6.1-8. [38] 1.17 Ap 1.8; 2.8; 22.13; cf. Is 41.4; 44.6,8; 48.12. [39] 1.18 En diversos ms. no aparece: amén. [40] 1.18 Llaves: símbolo del poder que el Cristo resucitado tiene sobre la muerte (cf. Jn 5.21,25-29). [41] 1.18 Del Hades: Véase Reino de la muerte en la Concordancia temática. [42] 1.20 Ángeles: La palabra "ángel" significa "mensajero". Puede tratarse aquí de seres celestiales, como los ángeles protectores de las naciones en Dn 10.13; 12.1, o de mensajeros humanos; pero más probablemente, en los caps. 2 y 3 representan a las iglesias.