Comentario Biblico


A A



1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Vé, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.

3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.

9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.


Footnotes: [1] 1.1 Palabra que Jehová dirigió a Oseas: para los encabezamientos de los libros proféticos, véase Is 1.1 nota b. [2] 1.1 Aunque el mensaje del profeta estaba dirigido originalmente a Israel, el reino del Norte, aquí se identifica a varios reyes de Judá: Uzías (2 R 15.1-7; 2 Cr 26), Jotam (2 R 15.32-38; 2 Cr 27), Acaz (2 R 16; 2 Cr 28), y Ezequías (2 R 18--20; 2 Cr 29--32). Cf. Is 1.1; Miq 1.1, y véase la Tabla cronológica I. [3] 1.1 A este rey se le designa habitualmente como Jeroboam II (2 R 14.23-29), para distinguirlo del que se menciona en 1 R 11.26-40; 12.1--14.20. Su reinado sobre Israel (783-743 a.C.) coincidió aproximadamente con el de Uzías en Judá (781-740 a.C.). Véase Am 1.1 nota f. [4] 1.1 Es casi seguro que Oseas continuó su actividad profética después del reinado de Jeroboam II y que la terminó antes de la caída de Samaria en el año 721 a.C. (cf. 2 R 17.1-6); cf. 2 R 15.13-31. [5] 1.2--3.5 La experiencia matrimonial de Oseas se describe en dos relatos diferentes. El primero (1.2-9) es un relato biográfico que habla del profeta en tercera persona. En él se destacan particularmente dos aspectos: el matrimonio del profeta con una prostituta, y los nombres simbólicos dados a los hijos de ese matrimonio. El segundo (cap. 3) tiene un carácter autobiográfico, ya que el profeta mismo se expresa en primera persona. En las dramáticas alternativas de ese matrimonio, Oseas ve reflejadas simbólicamente las relaciones del Señor con su pueblo, Israel. Al emplear el simbolismo de la unión matrimonial, con su resonancia afectiva, Oseas introduce una nueva manera de entender y expresar la naturaleza del vínculo instaurado por el pacto o alianza. Véase Introducción a Oseas. [6] 1.2 Toma por mujer a una prostituta: Como Oseas identifica la idolatría con la prostitución (4.11-19), algunos intérpretes han sugerido que Gomer, la mujer del profeta, no fue una ramera, ni una mujer dedicada a la prostitución sagrada en algún santuario cananeo, sino simplemente una joven israelita devota de Baal. Cf. 1 R 18.20-40; 19.1-18. [7] 1.2 La tierra se prostituye apartándose de Jehová: Esta expresión condena ciertas prácticas religiosas de los israelitas, en las que el culto de Jehová, el Dios de Israel, se mezclaba con ritos dedicados a Baal, el dios cananeo de la fertilidad (véase Jue 2.13 n). Tales ritos incluían ocasionalmente relaciones sexuales con prostitutas que eran, a su vez, sacerdotisas de las divinidades cananeas. La palabra prostitución, en el libro de Oseas, se refiere unas veces a la inmoralidad sexual, y otras, en sentido figurado, a la infidelidad del pueblo israelita a su Dios (cf. Os 5.3; 6.10; 9.1); al decir que la tierra se prostituye apartándose de Jehová, el profeta denuncia la corrupción de una sociedad donde todo se ha pervertido, desde la relación con Dios hasta la lealtad para con el prójimo (Os 4.1-2). Véase Jer 2.20 nota w. [8] 1.4 Ponle por nombre: el mismo Señor impone el nombre a los hijos de Oseas (cf. v. 6,9) dando a entender, de ese modo, que ellos han de ser una señal profética para Israel. Véase Is 7.3 nota d ; 8.3-4. Cf. también Gn 17.5; 32.28; Mt 1.21. [9] 1.4 Jezreel era el nombre de una ciudad situada en la llanura que se extiende al sur de Galilea, donde los reyes de Israel tenían una residencia (1 R 21.1). En esta ciudad Jehú dio muerte a Jezabel, al rey Joram y a toda la familia de Acab (2 R 9.22-37; 10.11). Cf. 1 R 18.45-46; 21.23; 2 R 8.29. Véase Índice de mapas. [10] 1.4 Haré cesar el reinado de la casa de Israel: Cf. 2 R 18.9-12. [11] 1.5 Quebraré el arco de Israel: Otra traducción: el poderío miliar de Israel. Esta expresión alude probablemente a varias derrotas sufridas por el reino del Norte: la invasión de Tiglat-pileser III, emperador de Asiria, hacia el año 733 a.C., y la posterior caída de Samaria y el destierro de Israel en el año 721 a.C. (cf. 2 R 17.5-6). [12] 1.5 Valle de Jezreel: llamado también llanura de Meguido (Zac 12.11) y designado por los griegos con el nombre de Esdrelón. Este lugar fue escenario de batallas importantes en la historia de Israel (cf. Jue 4--7; 2 R 23.28-30). Véanse también Ap 16.16 n. e Índice de mapas. [13] 1.6 Lo-ruhama, en hebreo, significa no compadecida. Este nombre anunciaba al pueblo de Israel que aun la compasión paternal de Dios le sería retirada por un tiempo. [14] 1.6 Ni los perdonaré: traducción probable; Hebreos oscuro. Cf. Am 8.2. [15] 1.7 De la casa de Judá tendré misericordia: los salvaré por Jehová, su Dios: El mismo Señor intervino para salvar a Jerusalén cuando Senaquerib, rey de Asiria, la había sitiado en el año 701 a.C. (2 R 19.32-37; Is 37.33-38). [16] 1.9 Lo-ammi, en hebreo, significa no es mi pueblo. El lenguaje usado en este v. evoca el pacto de Dios con Israel (Ex 6.7; Lv 26.12; Dt 26.17-19; cf. Jer 7.23; 11.4; 31.33). Negarle el título de mi pueblo significaba que la alianza se había roto y que el Señor rechazaba a Israel, porque ya no reconocía en él la conducta propia de un hijo. Véase Os 2.1 n.; 11.1-7. Véase Pacto en la Concordancia temática. [17] 1.10--2.1 Luego del mensaje condenatorio de la sección anterior, este pasaje contiene una promesa de restauración. El libro de Oseas presenta, en varias ocasiones, una estructura similar a esta (cf. Os 2.14,23; 11.8-11; 14.4-8). [18] 1.10 Como la arena del mar: Esta misma comparación se encuentra en los textos relacionados con la promesa hecha a Abraham (cf. Gn 22.17; 32.12). [19] 1.10 "Sois hijos del Dios viviente" : Israel, en su condición de hijo (Os 11.1), debe al Señor lealtad completa (Dt 4.10), ya que, frente a los baales, que son no-dioses, ídolos o nada (cf. Dt 32.17-21; Is 40.18-20; 44.9-20; Jer 10.1-11; Ro 9.25-26), él es el Dios viviente (cf. Jos 3.10; Sal 42.2; 84.2). [20] 1.11 Se congregarán los hijos de Judá y de Israel: Aquí se hace referencia a la división del reino después de la muerte de Salomón (cf. 1 R 12.1-20: 2 Cr 10.1--11.4) y a su futura reunificación. El tema de la reunificación de los dos reinos también se desarrolla en Ez 37.15-28. [21] 1.11 Y se levantarán de la tierra: Otra traducción: Y de todas partes volverán a Jerusalén. Cf. Jer 3.17. [22] 1.11 El día de Jezreel: Jezreel dejará de ser un signo de derrota (cf. Os 1.4) para convertirse en afirmación y grito de victoria.