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Hechos 1 - Biblia de nuestro Pueblo


La promesa del Espíritu Santo

1 Prólogo cfr. Lc 1,1-4 En mi primer libro, querido Teófilo, conté todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el principio

2 hasta el día que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido.

3 Promesa del Espíritu Santo Después de su pasión, se les había presentado vivo durante cuarenta días, dándoles muchas pruebas, mostrándose y hablando del reino de Dios.

4 Mientras comía con ellos, les encargó que no se alejaran de Jerusalén, sino que esperaran lo prometido por el Padre: la promesa que yo les he anunciado -les dijo-:

5 que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados dentro de poco con Espíritu Santo.

La ascensión

6 Ascensión de Jesús cfr. Lc 24,50-52 Estando ya reunidos le preguntaban: -Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?

7 Él les contestó: -No les toca a ustedes saber los tiempos y circunstancias que el Padre ha fijado con su propia autoridad.

8 Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre ustedes, y serán testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo.

9 Dicho esto, los apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista.

10 Seguían con los ojos fijos en el cielo mientras él se marchaba, cuando dos personas vestidas de blanco se les presentaron

11 y les dijeron: -Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús, que les ha sido quitado y elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir.

Elección del sucesor de Judas

12 Primer informe sobre la comunidad de Jerusalén Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista de Jerusalén tan sólo lo que la ley permite caminar en día sábado.

13 Cuando llegaron, subieron al piso superior donde se alojaban. Estaban Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo, Simón el Zelota y Judas de Santiago.

14 Todos ellos, con algunas mujeres, la madre de Jesús y sus parientes, permanecían íntimamente unidos en la oración.

15 Elección de Matías y primer discurso de los Hechos Un día de aquellos Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, ciento veinte personas reunidas, y dijo:

16 -Queridos hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo profetizó por medio de David acerca de Judas, el que guió a los que arrestaron a Jesús,

17 que era uno de los nuestros y compartía nuestro ministerio.

18 Con el dinero que le pagaron por su maldad compró un terreno, cayó de cabeza, su cuerpo se abrió y se le salieron las entrañas.

19 Todos los vecinos de Jerusalén se enteraron, de modo que el terreno se llama en su lengua Haquéldama, es decir Campo de Sangre.

20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Quede su morada despoblada sin que nadie la habite, y que su puesto lo ocupe otro.

21 Ahora bien, es necesario que uno de los que nos acompañaron mientras el Señor Jesús estaba entre nosotros,

22 desde el bautismo de Juan hasta que nos fue quitado, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección.

23 Designaron a dos: José, llamado Barsabás, apodado Justo, y Matías.

24 Después rezaron así: -Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, indícanos a cuál de los dos eliges

25 para ocupar el puesto de este ministerio apostólico, que Judas abandonó para marchar al lugar que le correspondía.

26 La suerte tocó a Matías y fue incorporado a los once apóstoles.