Biblia Total


Gálatas 1 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)


Salutación

1 Yo, Pablo, y todos los hermanos que están conmigo, a las Iglesias de Galacia. Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo el Señor, os concedan gracia y paz. Soy apóstol no por disposición de una autoridad humana ni por mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que le resucitó.

2 (Está escrito en el anterior).

3 (Está escrito en el versículo anterior).

4 Jesucristo, que ha entregado su vida por nuestros pecados para liberarnos de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,

5 a quien pertenece la gloria por siempre. Amén.

No hay otro evangelio

6 ¡No salgo de mi asombro! ¡Hay que ver con qué rapidez habéis desertado de aquel que os llamó mediante la gracia de Cristo y os habéis pasado a otro evangelio!

7 ¿Qué digo otro? Lo que pasa es que algunos os desconciertan intentando deformar el evangelio de Cristo.

8 Pero sea quien sea - yo mismo o incluso un ángel venido del cielo - el que os anuncie un evangelio diferente del que yo os anuncié, ¡caiga sobre él la maldición!

9 Os lo dije en otra ocasión y os lo repito ahora: si alguien os anuncia otro evangelio que no sea el que habéis recibido, ¡caiga sobre él la maldición!

10 ¿A quién pretendo yo ahora ganarme? ¿A quién busco agradar, a Dios o a los hombres? Si todavía tratase de seguir agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo.

El ministerio de Pablo

11 Hermanos, quiero dejar bien claro que el mensaje proclamado por mí no es ninguna invención humana.

12 Ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno. Es Jesucristo mismo quien me lo ha revelado.

13 Ya conocéis seguramente mi antigua conducta, cuando aún militaba en las filas del judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios intentando aniquilarla.

14 Así fui ganando prestigio dentro del judaísmo como fanático defensor de las tradiciones de mis antepasados.

15 Pero Dios, que me había elegido ya desde antes de mi nacimiento, me llamó en su amor

16 para revelarme a su Hijo y darme el encargo de anunciar su mensaje de salvación a los que no son judíos. No solicité entonces ningún consejo humano;

17 ni siquiera fui a Jerusalén para hablar con quienes eran apóstoles antes que yo, sino que me fui a la región de Arabia, de donde volví otra vez a Damasco.

18 Tres años más tarde fui a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.

19 A ningún otro apóstol vi, aparte de Santiago, el hermano del Señor.

20 Dios es testigo de que no miento en nada de lo que os escribo.

21 Después fui a las regiones de Siria y Cilicia.

22 A todo esto, las iglesias de Judea seguían sin conocerme personalmente.

23 —nicamente habían oído decir: "El que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que antes pretendía aniquilar" .

24 Y alababan a Dios por causa mía.