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Colosenses 1 - Biblia Reina Valera 1865


Salutación

1 PABLO, apóstol de Jesu Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,

2 A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia a vosotros y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesu Cristo.

Pablo pide que Dios les conceda sabiduría espiritual

3 Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesu Cristo, orando siempre por vosotros:

4 Habiendo oido de vuestra fé en Cristo Jesús, y del amor que tenéis para con todos los santos,

5 A causa de la esperanza que os es guardada en los cielos: de la cual habéis oido ya por la palabra verdadera del evangelio:

6 El cual ha llegado hasta vosotros, como también ha pasado por todo el mundo; y fructifica, y crece, como también en vosotros, desde el día en que oisteis, y conocisteis la gracia de Dios en verdad:

7 Como también habéis aprendido de Epafras, consiervo amado nuestro, el cual es por vosotros fiel ministro de Cristo;

8 El cual también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seais llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y entendimiento espiritual;

10 Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios:

11 Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo:

12 Dando gracias al Padre que nos hizo idóneos para participar en la herencia de los santos en luz:

13 El cual nos libró de la potestad de las tinieblas, y nos traspasó al reino del Hijo de su amor,

14 En quien tenemos redención por su sangre, remisión de pecados:

Reconciliación por medio de la muerte de Cristo

15 El cual es imágen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación.

16 Porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean señoríos, sean principados, sean potestades: todo fué creado por él, y para él.

17 Y él es ántes de todas las cosas; y todas las cosas subsisten en él;

18 Y él es la cabeza del cuerpo, a saber, de la iglesia: el cual es principio y primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga él el primado.

19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud;

20 Y que por él reconciliase todas las cosas a sí, habiendo hecho la paz por la sangre de su cruz, por él, digo, así las que están en la tierra, como las que están en los cielos.

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños, y enemigos de sentido por las malas obras, ahora empero os ha reconciliado

22 En el cuerpo de su carne por medio de la muerte, para presentaros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él:

23 Si empero permanecéis fundados, y afirmados en la fé, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oido, el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo: del cual yo Pablo soy hecho ministro.

Ministerio de Pablo a los gentiles

24 Que ahora me regocijo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por amor de su cuerpo, que es la iglesia:

25 De la cual soy hecho ministro según la dispensación de Dios, la cual me es dada por vosotros, para que cumpla la palabra de Dios:

26 Es a saber, el misterio escondido desde los siglos y edades; mas que ahora ha sido manifestado a sus santos,

27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria.

28 A quien nosotros predicamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús:

29 A cuyo fin también yo trabajo, luchando según la energía de él, la cual obra en mí poderosamente.