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Lucas 1 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Dedicatoria a Teófilo

1 Ya que muchos han intentado coordinar una narración de las cosas que se han verificado plenamente entre nosotros,

2 según nos las trasmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y ministros del mensaje,

3 me ha parecido bien a mí también, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el comienzo, escribírtelo en orden, excelentísimo Teófilo,

4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las que te has instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

5 En los días de Horedós, rey de la tierra de Yahudah, había un sacerdote llamado Zekharyah, de la clase de Aviyah. Su esposa era de las hijas de Aharón y se llamaba Elisheva.

6 Ambos eran justos delante de Elohim y vivían irreprensiblemente en todos los mandamientos y ordenanzas de Yahweh.

7 No tenían hijo, porque Elisheva era estéril, y ambos eran de edad avanzada.

8 Sucedió que, cuando él ejercía el sacerdocio delante de Elohim, en el turno de su clase,

9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó por sorteo entrar en el templo de Yahweh para quemar el incienso.

10 Toda la multitud del pueblo estaba afuera, orando a la hora del incienso.

11 Entonces el mensajero de Yahweh se le apareció, puesto de pie a la derecha del altar del incienso.

12 Zekharyah se turbó cuando lo vio, y el temor se apoderó de él.

13 Pero el mensajero le dijo: “¡No temas, Zekharyah! Porque tu oración ha sido atendida. Tu esposa Elisheva te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Yojanán.

14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento,

15 porque él será grande delante de Yahweh. Nunca beberá vino ni licor, y será lleno del espíritu de santidad aun desde el vientre de su madre.

16 Y hará que muchos de los hijos de Yisrael vuelvan a Yahweh su Elohim.

17 Él mismo irá delante de Yahweh con el espíritu y el poder de Eliyahu, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y los desobedientes a la prudencia de los justos, para preparar a Yahweh un pueblo apercibido”.

18 Y Zekharyah le dijo al mensajero: “¿Cómo podré estar seguro de esto? Pues yo soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada.

19 El mensajero le respondió: “Yo soy Gabriel, que estoy delante de Elohim, y me han enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.

20 Mira, quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que se realice esto, por cuanto no has creído a mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo”.

21 El pueblo estaba esperando a Zekharyah, y se extrañaba de que él pasara tanto tiempo en el Templo.

22 Cuando salió, no les podía hablar; y se dieron cuenta de que había tenido una visión en el Templo. Él se comunicaba con ellos por señas y permaneció mudo.

23 Luego, cuando se cumplieron los días de su ministerio, se fue a su casa.

24 Después de aquellos días su esposa Elisheva quedó encinta, y se recluyó por cinco meses, diciendo:

25 “Qué bien ha obrado conmigo Yahweh que ahora se dignó mirarme para quitar mi oprobio entre la gente”.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 En el sexto mes, Yahweh envió al mensajero Gabriel a una ciudad del Galil llamada Natséret,

27 a una virgen comprometida con un hombre llamado Yosef, de la casa de Dawid. La virgen se llamaba Miryam.

28 Cuando entró a donde estaba ella, dijo: “¡Shalom, muy favorecida! Yahweh está contigo”.

29 Pero ella se turbó por aquellas palabras y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.

30 Entonces el mensajero le dijo: “No temas, Miryam, porque has hallado gracia ante Elohim.

31 Mira, vas a concebir en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Yahoshúa.

32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y Elohim Yahweh le dará el trono de su padre Dawid.

33 Reinará sobre la casa de Yaaqov para siempre, y de su reino no habrá fin”.

34 Entonces Miryam le dijo al mensajero: “¿Cómo será esto? Porque yo no tengo esposo”.

35 El mensajero le respondió: “El espíritu de santidad vendrá sobre ti; el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado Hijo de Elohim.

36 Mira, también tu parienta Elisheva ha concebido un hijo en su vejez. Este es el sexto mes para ella, a la que llamaban estéril.

37 Porque nada será imposible para el Todopoderoso”.

38 Entonces Miryam dijo: “Aquí está la sierva de Yahweh; hágase conmigo según tu palabra”. Y el mensajero se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En aquellos días Miryam se puso en camino y fue de prisa a una ciudad en la serranía de Yahudah.

40 Entró en casa de Zekharyah y saludó a Elisheva.

41 Sucedió que, cuando Elisheva oyó el saludo de Miryam, la criatura saltó en su vientre. Y Elisheva se llenó de espíritu de santidad,

42 y exclamó en voz alta y dijo: “¡Bendita eres tú entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre!

43 ¿De dónde se me concede esto, que la madre de mi Amo venga a mí?

44 Porque mira, cuando llegó a mis oídos la voz de tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

45 Feliz la que creyó, porque se cumplirá lo que se le ha dicho de parte de Yahweh”.

46 Y Miryam dijo: “Mi ser engrandece a Yahweh;

47 y mi espíritu se alegra en Elohim mi Salvador,

48 porque se ha fijado en la bajeza de su sierva. Sucederá que desde ahora me llamarán feliz todas las generaciones,

49 porque Elohim ha hecho grandes cosas conmigo. Su nombre es santo,

50 y su misericordia es de generación en generación, para con los que le temen.

51 Hace proezas con su brazo; dispersa a los arrogantes en la intención de sus corazones.

52 Quita a los poderosos de sus tronos y levanta a los humildes.

53 A los hambrientos sacia de bienes y a los ricos los despide vacíos.

54 Ha venido en auxilio de Israel su siervo, para acordarse de la misericordia,

55 tal como habló a nuestros padres; a Avraham y a su descendencia para siempre”.

56 Y Miryam se quedó con ella como tres meses; después regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Se le cumplió a Elisheva el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo.

58 Los vecinos y los parientes oyeron que Elohim había engrandecido su misericordia hacia ella y se regocijaron con ella.

59 Sucedió que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y le iban a poner el nombre de su padre, Zekharyah.

60 Pero su madre intervino y dijo: “No; más bien se llamará Yojanán”.

61 Y le dijeron: “No hay nadie en tu familia que se llame así”.

62 Entonces le preguntaron por señas a su padre, cómo quería llamarlo.

63 Y pidiendo una tablilla escribió: “Yojanán es su nombre”. Y todos se maravillaron.

64 En ese momento se le abrió la boca, y se le soltó la lengua, y comenzó a hablar bendiciendo a Elohim.

65 Entonces se llenaron de asombro todos sus vecinos, y por toda la serranía de Yahudah se hablaba de todas estas cosas.

66 Y todos los que oían esto lo meditaban en su corazón diciendo: “¿Qué será de este niño?” Porque ciertamente la mano de Yahweh estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Zekharyah, su padre, se llenó de espíritu de santidad y profetizó diciendo:

68 “Bendito sea Yahweh, el Elohim de Yisrael, porque ha visitado y ha redimido a su pueblo.

69 Ha levantado para nosotros un poder de salvación en la casa de su siervo Dawid,

70 tal como habló por boca de sus santos profetas de la antigüedad:

71 Salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecen,

72 para hacer misericordia con nuestros padres acordándose de su santa alianza.

73 Este es el juramento que le hizo a nuestro padre Avraham, para concedernos que,

74 una vez rescatados de las manos de los enemigos, le sirvamos sin temor,

75 en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.

76 “Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo; porque irás delante de Elohim para preparar sus caminos;

77 para darle a su pueblo conocimiento de salvación en el perdón de sus pecados;

78 a causa de la entrañable misericordia de nuestro Elohim, con que la luz de la aurora nos visitará de lo alto;

79 para alumbrar a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por caminos de paz”.

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en el desierto hasta el día en que se manifestó a Yisrael.