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Marcos 2 - Nueva Biblia Española (1975)


Jesús sana a un paralítico

1 Volvió a Cafarnaún y a los pocos días se supo que estaba en casa.

2 Fueron allá tantos que no quedaba sitio ni a la puerta, y él les exponía el mensaje.

3 Llegaron cuatro llevándole un paralítico,

4 y como no podían acercárselo por causa del gentío, levantaron el techo encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.

5 Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico: Hijo, se te perdonan tus pecados.

6 Unos letrados que estaban allí sentados razonaban para sus adentros: ¡Cómo! ¿Este habla así, blasfemando?

7 ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios sólo?

8 Jesús, en seguida, dándose cuenta de cómo razonaban, les dijo: ¿Por qué razonan así?

9 ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico "se te perdonan tus pecados" o decirle "levántate, carga con tu camilla y echa a andar"?

10 Pues para que sepan que el hombre está autorizado para perdonar pecados en la tierra..., le dijo al paralítico:

11 Escúchame tú; ponte en pie, carga con tu camilla y vete a tu casa.

12 Se puso en pie, cargó en seguida con la camilla y salió a la vista de todos; todos se quedaron asombrados y alababan a Dios diciendo: Nunca hemos visto cosa igual.

Llamamiento de Leví

13 Jesús salió a su vez hacia el lago; toda aquella gente se dirigió adonde estaba él y se puso a enseñarles.

14 Al pasar vio a Leví de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos y le dijo: Sigúeme. Se levantó y lo siguió.

15 Estando Jesús a la mesa en su casa, muchos recaudadores y descreídos se reclinaron con él y con sus discípulos; de hecho eran muchos y solían acompañarlo.

16 Los letrados y fariseos, al ver que comía con aquellos descreídos y recaudadores, decían a los discípulos: ¿Por qué come con los recaudadores y descreídos?

17 Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a invitar a justos, sino a pecadores.

La pregunta sobre el ayuno

18 Los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Fueron a preguntarle a Jesús: Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan: ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?

19 Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras duran las bodas? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.

20 Llegará el día en que se lo lleven, y entonces, aquel día, ayunarán.

21 Nadie le pone una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado; si no, el remiendo tira del manto -lo nuevo, de lo viejo- y deja un roto peor.

22 Nadie echa tampoco vino nuevo en cueros viejos; si no, el vino revienta los cueros y se pierden el vino y los cueros; no, a vino nuevo, cueros nuevos.

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

23 Un sábado pasaba él por los sembrados, y los discípulos, mientras andaban, se pusieron a arrancar espigas.

24 Los fariseos le dijeron: ¡Oye!, ¿cómo hacen en sábado lo que no está permitido?

25 El les replicó: ¿No han leído nunca lo que hizo David cuando él y sus hombres se vieron necesitados y con hambre?

26 Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes dedicados, que nada más que a los sacerdotes les está permitido comer, y les dio también a sus compañeros.

27 Y añadió: El sábado existió por el hombre y no el hombre por el sábado:

28 de modo que el hombre es señor incluso del sábado.