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Marcos 2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Jesús sana a un paralítico

1 Después de algunos días, volvió a entrar en Kefar Najum, y corrió la noticia de que estaba en la casa.

2 Entonces acudieron muchos a él, de manera que ya no cabían ni frente a la puerta; y se puso a proclamarles el mensaje.

3 En eso llegaron unos que traían a un paralítico; lo llevaban entre cuatro.

4 Y como no podían acercarlo a él debido al gentío, destaparon el techo donde estaba Yahoshúa, y después de hacer una abertura bajaron la camilla en que yacía el paralítico.

5 Al ver Yahoshúa la fe de ellos, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados se te perdonan”.

6 Algunos de los escribas estaban sentados allí y reflexionaban en su interior:

7 “¿Por qué habla éste así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Elohim?”

8 Yahoshúa discernió enseguida en su espíritu que razonaban así dentro de ellos, y les dijo: “¿Por qué razonan así en sus corazones?

9 ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados se te perdonan;’ o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’?

10 Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados en la tierra (le dijo al paralítico):

11 A ti te digo, ¡levántate, coge tu camilla y vete a tu casa!”

12 Y se levantó, y en seguida tomó su camilla y salió delante de todos, de modo que todos quedaron asombrados y glorificaron a Yahweh, diciendo: “¡Jamás hemos visto cosa semejante!

Llamamiento de Leví

13 Después volvió a salir a la orilla del mar, y toda la gente acudió a él, y se puso a enseñarles.

14 Al pasar, vio a Lewí hijo de Alfay, sentado en el lugar de los tributos públicos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió.

15 Luego sucedió que, estando Yahoshúa sentado a la mesa en casa de Lewí, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a la mesa con Yahoshúa y sus discípulos, porque había muchos de ellos que lo seguían.

16 Y cuando los escribas de los fariseos lo vieron comer con los pecadores y publicanos, se pusieron a decirles a sus discípulos: “¿Por qué come con los publicanos y pecadores?”

17 Al oírlo, Yahoshúa les dijo: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. No he venido para llamar a justos, sino a pecadores”.

La pregunta sobre el ayuno

18 Un día en que los discípulos de Yojanán y los fariseos estaban ayunando, vinieron [a Yahoshúa] y le preguntaron: “¿Por qué los discípulos de Yojanán y los discípulos de los fariseos ayunan, pero tus discípulos no ayunan?”

19 Yahoshúa les contestó: “¿Acaso ayunan los que están de bodas mientras el novio está con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, no pueden ayunar.

20 Pero vendrán días cuando se les quitará el novio; entonces, en ese día ayunarán.

21 Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo. De otra manera, el remiendo nuevo encoge sobre la tela vieja, y se hace peor la rotura.

22 Además, nadie echa vino nuevo en cueros viejos. De otra manera, el vino rompe los cueros, y se pierde el vino, y también los cueros. Antes bien, el vino nuevo se echa en cueros nuevos”.

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

23 Sucedió que pasaba él por los sembrados un día de Shabat, y sus discípulos se pusieron arrancar espigas mientras caminaban.

24 Los fariseos le reprocharon: “Mira, ¿por qué hacen en Shabat lo que no está permitido?”

25 Y él les respondió; “¿Nunca han leído lo qué hizo Dawid cuando tuvo necesidad y le dio hambre a él y a los que estaban con él?

26 Pues entró en la casa de Yahweh, siendo Ebyatar sumo sacerdote, y comió los panes de la Presencia, y hasta les dio a los que estaban con él; cosa que a nadie se le permite comer, excepto a los sacerdotes?”

27 También les dijo: “El Shabat fue hecho para el hombre, y no el hombre para el Shabat.

28 Así que el Hijo del Hombre es dueño también del Shabat.