Biblia Total


Mateo 17 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


La transfiguración

1 Seis días después, Yahoshúa se llevó a Kefá, a Yaaqov y a Yojanán su hermano, y los hizo subir aparte a un monte alto.

2 Allí se transfiguró delante de ellos; su cara resplandecía como el sol, y sus ropas se volvieron blancas como la luz.

3 De pronto se les aparecieron Mosheh y Eliyah, hablando con él.

4 Entonces intervino Kefá y le dijo a Yahoshúa: “Maestro, qué bueno que estamos aquí. Si quieres, puedo levantar aquí tres cabañas: una para ti, otra para Mosheh y otra para Eliyah”.

5 Todavía estaba él hablando, cuando una nube brillante les hizo sombra, y se oyó una voz que salía de la nube diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo a él”.

6 Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros, llenos de temor.

7 Entonces Yahoshúa se acercó, los tocó y les dijo: “Levántense; no tengan miedo”.

8 Y cuando ellos alzaron la vista, no vieron a nadie sino a Yahoshúa solo.

9 Cuando iban bajando del monte, Yahoshúa les mandó, diciendo: “No le mencionen la visión a nadie, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos”.

10 Entonces los discípulos le preguntaron: “¿Por qué dicen los escribas que Eliyah tiene que venir primero?”

11 Él les respondió: “Es cierto que Eliyah viene, y restaurará todas las cosas.

12 Pero yo les digo que Eliyah vino ya, y no lo reconocieron; más bien, hicieron con él todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos”.

13 Entonces los discípulos entendieron que les hablaba de Yojanán el Inmersor.

Jesús sana a un muchacho lunático

14 Cuando llegaron a la multitud, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él,

15 y le dijo: “¡Maestro, ten compasión de mi hijo, que es epiléptico y sufre de unos ataques que muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua.

16 Lo traje a tus discípulos pero no lo han podido sanar”.

17 Yahoshúa respondió y dijo: “¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo acá”.

18 Yahoshúa reprendió al demonio, y éste salió del muchacho; y quedó sano desde aquel momento.

19 Luego, los discípulos se acercaron en privado a Yahoshúa y le preguntaron: “¿Por qué no pudimos nosotros expulsarlo?”

20 Yahoshúa les dijo: “Por su poca fe. Porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a este monte: “Pásate de aquí para allá”, y se pasaría. Nada les sería imposible.

21 [Pero este género no sale sino con oración y ayuno”].*

Jesús anuncia otra vez su muerte

22 Una vez que recorrían juntos por el Galil, Yahoshúa les dijo: “Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de unos hombres,

23 y lo matarán; pero al tercer día resucitará”. Y ellos se entristecieron muchísimo.

Pago del impuesto del templo

24 Cuando llegaron a Kefar Najum, se le acercaron a Kefá los que cobraban el impuesto del templo y le preguntaron: “¿El rabí de ustedes no paga el impuesto del templo?”

25 Él dijo: “Sí”. Al entrar en la casa, Yahoshúa se le anticipó y le preguntó: “¿Qué te parece, Shimón? Los reyes de la tierra, ¿a quiénes les cobran los tributos o los impuestos? ¿A sus hijos o a los extraños?”

26 Kefá le dijo: “A los extraños”. Yahoshúa le dijo: “Entonces, los hijos están exentos.

27 Pero, para que no los ofendamos, ve al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que pique, sácalo. Cuando le abras la boca, hallarás un siklo. Tómalo y dalo por mí y por ti.