1.1 La Epístola a los Hebreos describe en detalle cómo Jesucristo no solo cumple las promesas y las profecías del Antiguo Testamento, sino también cómo Jesucristo es mejor que todo el sistema de pensamiento judío. Los judíos aceptaron el Antiguo Testamento, pero muchos de ellos rechazaron a Jesús como el Mesías por tanto tiempo anhelado. Los destinatarios de esta carta dan la impresión de haber sido judíos cristianos. Tenían un buen conocimiento de las Escrituras y habían profesado su fe en Cristo. Ya sea debido a la duda, a la persecución o a la falsa enseñanza, pudieron haber estado en peligro de abandonar su fe cristiana y regresar al judaísmo.
Se desconoce la paternidad literaria de este libro. Se han sugerido varios nombres, como Lucas, Bernabé, Apolos, Priscila y Pablo. La mayoría de los estudiosos no creen que Pablo haya sido el autor, ya que el estilo de redacción empleado en Hebreos es algo diferente del de las epístolas de Pablo. Además, Pablo se identifica en sus cartas y apela a su autoridad como apóstol, mientras que el escritor de Hebreos nunca da su nombre y, en busca de autoridad, apela a los testigos presenciales del ministerio de Jesús. Sin embargo, el autor de Hebreos evidentemente conocía bien a Pablo. Es probable que Hebreos fuera escrito por uno de los colaboradores de Pablo, que con frecuencia oyó su prédica.
1.1, 2 Dios usó muchos medios para enviar sus mensajes a las personas de la época del Antiguo Testamento. Le habló a Isaías en visiones (Isaías 6) a Jacob en un sueño ( Gen 28:10-22) y a Abraham y a Moisés personalmente (Génesis 18; Exo 31:18). Los judíos familiarizados con esas historias no tenían dificultad para creer que Dios todavía seguía revelando su voluntad, pero les resultó asombroso pensar que Dios se había revelado por medio de su Hijo, Jesucristo. El es el cumplimiento y la culminación de las revelaciones de Dios a través de los siglos. Cuando lo conocemos, tenemos todo lo que necesitamos para ser salvos de nuestro pecado y tener una perfecta comunión con Dios.
1.2, 3 No solo Jesucristo es la imagen misma de Dios, sino también es Dios mismo; el Dios que habló en la época del Antiguo Testamento. Es eterno; tuvo parte con el Padre en la creación del mundo ( Jn 1:3; Col 1:16). Es la plena revelación de Dios. No es posible tener una visión clara de Dios sin mirar a Cristo. El es la manifestación perfecta de Dios en un cuerpo humano.
1.3 El libro de Hebreos relaciona el poder salvador de Dios con su poder creador. En otras palabras, el poder que le dio existencia al universo e hizo que se mantuviera funcionando es el mismo poder que quita (provee purificación para) nuestros pecados. Cuán erróneo es pensar que Dios no pueda perdonarnos. No hay pecado demasiado grande que el Rey del universo no pueda quitar. Dios puede perdonar y nos perdonará cuando nos acercamos a El por medio de su Hijo. La frase se sentó significa que se terminó la obra. El sacrificio de Cristo fue terminante.
1.4 El nombre más excelente que heredó Jesucristo es "Hijo de Dios". Ese nombre otorgado por el Padre es superior a los nombres y títulos de los ángeles.
1.4ss Los falsos maestros en muchas de las primeras iglesias enseñaban que solo era posible comunicarse con Dios por medio de los ángeles. En lugar de adorar a Dios directamente, los seguidores de esas herejías reverenciaban a los ángeles. Hebreos denuncia con claridad tales enseñanzas como falsas. Algunos enseñaban que Jesucristo era el ángel de mayor rango de Dios. Pero Jesucristo no es un ángel superior; y de todos modos, no se debe adorar a los ángeles (véanse Col 2:18, Rev 19:1-10). Jesucristo es Dios. Solo El es digno de nuestra adoración.
1.5, 6 Jesucristo es el primogénito de Dios. En las familias judías el hijo primogénito mantenía el lugar de más alto privilegio como también de responsabilidad. Los cristianos judíos al leer este pasaje comprendían que, como primogénito de Dios, Jesucristo era superior a cualquier ser creado.
1.10-12 El autor de Hebreos cita el Sal 102:25-27. Allí considera a Dios como el que habla y aplica sus palabras al Hijo Jesucristo. El que los cielos y la tierra "perecerán" revela que la tierra no es permanente ni indestructible (una opinión de muchas filosofías griegas y romanas). La autoridad de Cristo se establece sobre toda la creación, de modo que no nos atrevamos a considerar ningún objeto o recurso terrenal más importante de lo que El es.
1.11, 12 Como los lectores de Hebreos experimentaron el rechazo de sus hermanos judíos, con frecuencia se sintieron aislados. Muchos se sintieron tentados a cambiar al inmutable Cristo por su conocida y antigua fe. El escritor de Hebreos les exhorta a no hacerlo; Cristo es la única seguridad en un mundo cambiante. Sin que importe lo que pueda suceder en este mundo, Cristo jamás cambia. Si confiamos en El estaremos absolutamente seguros, porque nos hallamos sobre el fundamento más firme que hay en el universo: Jesucristo. Un himno famoso resume esta verdad: "Jesús será mi protección, la roca de mi salvación".
1.12 ¿Qué significa que Cristo es inmutable ("tú eres el mismo")? Quiere decir que jamás cambiará su carácter. El es invariable en su amor a nosotros, dedicado a la equidad y a la justicia y absolutamente decidido a ser misericordioso con nosotros a pesar de que no lo merecemos. Regocíjese de que Cristo es invariable. El siempre lo ayudará cuando usted lo requiera y le ofrece perdón cuando cae.
1.14 Los ángeles, seres espirituales creados por Dios, son mensajeros de Dios y están bajo su autoridad ( Col 1:16). Cumplen varias funciones: sirven a los creyentes ( Col 1:14), protegen a los débiles ( Mat 18:10), proclaman el mensaje de Dios (Rev 14:6-12) y ejecutan el juicio de Dios ( Hch 12:1-23; Rev 20:1-3).
CRISTO Y LOS ANGELES
1.5, 6 Sal 2:7 : A Cristo se le llama "Hijo" de Dios, un título nunca dado a los ángeles.
1.7, 14 Sal 104:4 : Los ángeles son importantes, pero solo son siervos de Dios.
1.8, 9 Sal 45:6 : El reino de Cristo es para siempre.
1.10 Sal 102:25 : Cristo es el creador del mundo.
1.13 Sal 110:1 : Dios le da honra exclusiva a Cristo.
El escritor de Hebreos se refiere reiteradamente al Antiguo Testamento a fin de probar la grandeza de Cristo en comparación con los ángeles. Sus lectores del primer siglo, cristianos judíos, habían adquirido una creencia sin equilibrio con relación a los ángeles y su función. Se afirma el señorío de Cristo sin irreverencia para los valiosos mensajeros de Dios.