Biblias Múltiples



2 Timoteo 1:8 Biblia del Oso RV 1569 | 71 Versiones de la Biblia Comparar

2 Timoteo 1

8 Portãto no te auerguences de dar teſtimonio del Señor nueſtro, ni de mi que eſto y preſo por el: antes ſe participante de los trabajos del Euãgelio por la virtud del Dios.

2 Timoteo 1

8 Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé partícipe de las aflicciones del evangelio según el poder de Dios,

2 Timoteo 1

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, preso suyo. Al contrario, participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,

2 Timoteo 1

8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,

2 Timoteo 1

8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,

2 Timoteo 1

8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Buena Noticia, ayudado por la fuerza de Di-s,

2 Timoteo 1

8 Por lo tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Maestro, ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por la Buena Noticia, según el poder de Yahweh.

2 Timoteo 1

8 Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa estoy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio.

2 Timoteo 1

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,

2 Timoteo 1

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.