Biblias Múltiples



Habacuc 2:18 Biblia Reina Valera 1909 | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Habacuc 2

18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo; y el vaciadizo que enseña mentira, que confíe el hacedor en su obra haciendo imágenes mudas?

Habacuc 2

18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

Habacuc 2

18 De que ſirue la eſculptura que eſculpiò el que lo hizo? y el vaziadizo que en ſeña mentira? que confie el hazedor en ſu obra haziendo imagines mudas?

Habacuc 2

18 »¿De qué sirve un ídolo tallado por hombres o una imagen fundida que te engaña? ¡Qué necio es confiar en algo elaborado por tus propias manos, un dios que ni siquiera puede hablar!

Habacuc 2

18 ¿De qué sirve un ídolo, una vez que el que lo hace le da forma, una imagen de metal fundido y maestro de mentiras, que su hacedor pone su confianza en él, ° y sigue haciendo ídolos tontos, que no pueden hablar? [12] °

Habacuc 2

18 ¿De qué sirve una escultura en cuanto ha sido terminada? ¿De qué sirve una imagen que solo lleva a la mentira? Los ídolos no pueden hablar; ¿cómo, pues, podrá confiar en ellos el hombre que los fabrica?

Habacuc 2

18 ¿De qué sirve el ídolo que su artífice ha esculpido, o la imagen fundida, maestra de mentiras, para que su hacedor confíe en su obra cuando hace ídolos mudos?

Habacuc 2

18 »¿De qué sirve una imagen, si quien la esculpe es un artesano? ¿De qué sirve un ídolo fundido, si tan sólo enseña mentiras? El artesano que hace ídolos que no pueden hablar sólo está confiando en su propio artificio.

Habacuc 2

18 "¿De qué sirve una imagen, si quien la esculpe es un artesano? ¿De qué sirve un ídolo fundido, si tan sólo enseña mentiras? sólo está confiando en su propio artificio.

Habacuc 2

18 »¡Qué mal te va a ir, Babilonia! ¿Cómo puedes confiar en dioses falsos? ¿Cómo puedes pedirles que te ayuden? Son ídolos de madera, son figuras de piedra que tú misma te has hecho, pero que no valen nada. Son simples figuras de metal recubiertas de oro y plata, que no son capaces ni de hablar; ¡simplemente, no tienen vida!