Biblias Múltiples



Isaías 33:20 Biblia Reina Valera 1960 | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Isaías 33

20 Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.

Isaías 33

20 Contempla a Sión, ciudad de nuestras fiestas: tus ojos verán a Jerusalén, morada tranquila, tienda permanente, cuyas estacas no se arrancarán, cuyas cuerdas no se soltarán.

Isaías 33

20 Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas. Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, Tienda que no será plegada, Cuyas estacas no serán arrancadas nunca más, Ni rotas ninguna de sus cuerdas.

Isaías 33

20 Contempla a Sión, la ciudad de nuestras fiestas, y que vean tus ojos a Jerusalén, la morada segura, la tienda que nunca se moverá. Sus estacas no cederán y no se romperá ninguna de sus cuerdas.

Isaías 33

20 Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes. Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas ni ninguna de sus cuerdas será rota.

Isaías 33

20 Contempla a Sión, ciudad de nuestra asamblea. Tus ojos verán a Jerusalén morada tranquila, tienda inamovible, cuyas clavijas jamás se arrancarán y ninguna de sus cuerdas será rota.

Isaías 33

20 Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas;tus ojos verán a Jerusalén,morada apacible, campamento bien plantado;sus estacas jamás se arrancarán,ni se romperá ninguna de sus sogas.

Isaías 33

20 Cuando contemples a Tsiyón, la ciudad de nuestras asambleas, tus ojos verán a Yerushalem como morada segura, una carpa que nunca será desarmada, nunca serán arrancadas sus estacas, ni se romperá ninguna de sus cuerdas.

Isaías 33

20 Contempla a Sión, villa de nuestras solemnidades: tus ojos verán a Yerushalaim, albergue fijo, tienda sin trashumancia, cuyas clavijas no serán removidas nunca y cuyas cuerdas no serán rotas.

Isaías 33

20 Contempla a Sión, villa de nuestras solemnidades: tus ojos verán a Jerusalén, albergue fijo, tienda sin trashumancia, cuyas clavijas no serán removidas nunca y cuyas cuerdas no serán rotas.