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Jeremías 36:30 Biblia Reina Valera 1960 | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Jeremías 36

30 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.

Jeremías 36

30 Por eso, así dice el Señor a Joaquín, rey de Judá: No tendrá descendiente en el trono de David; su cadáver quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche.

Jeremías 36

30 "Por tanto, así dice el SEÑOR acerca de Joacim, rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David, y su cadáver quedará tirado al calor del día y a la escarcha de la noche.

Jeremías 36

30 Pues bien, así dice Yavé a propósito de Joaquim, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David, y su propio cadáver quedará tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche.

Jeremías 36

30 Por tanto, esto ha dicho Jehová acerca de Joacim, rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David, y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.

Jeremías 36

30 Por eso, as dice Yahveh acerca de Joaqu n, rey de Judá: no tendrá descendiente que se siente en el trono de David; su cadáver quedará tirado al calor durante el d a y al fr o durante la noche.

Jeremías 36

30 Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim, rey de Judá: “Ninguno de sus descendientes ocupará el trono de David; su cadáver será arrojado, y quedará expuesto al calor del día y a las heladas de la noche.

Jeremías 36

30 Ciertamente, así ha dicho Yahweh con respecto a Yahoyiaqim, rey de Yahudah: No tendrá a nadie de su linaje que se siente sobre el trono de Dawid; y su propio cadáver quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche.

Jeremías 36

30 Por tanto, así dice Adonai a propósito de Yoyaquim, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David y su propio cadáver yacerá tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche.

Jeremías 36

30 Por tanto, así dice Yahvé a propósito de Joaquín, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David, y su propio cadáver yacerá tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche.