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Santiago 1:25 Biblia Reina Valera 1960 | 71 Versiones de la Biblia Comparar

Santiago 1

25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.

Santiago 1

25 Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.

Santiago 1

25 Pero el que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta de la libertad, [b] y permanece firme cumpliendo lo que ella manda, será feliz en lo que hace.

Santiago 1

25 Pero la persona que mira atentamente la Toráh perfecta, la que da libertad, y continúa volviéndose, no en un oidor olvidadizo, sino en un hacedor de las obras requeridas por ella, entonces será bendito en lo que hace.[16]

Santiago 1

25 Pero, si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y si la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.

Santiago 1

25 Mas el que vuiere mirado attentamẽte en la Ley de perfea libertad, y vuiere perſeuerado [en ella,] no ſiendo oy dor oluidadizo, ſi no hazedor de la obra, eſte tal ſera bienauenturado en ſu hecho.

Santiago 1

25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Santiago 1

25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

Santiago 1

25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la ley perfecta que es la de la libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

Santiago 1

25 Mas el que hubiere mirado atentamente en la ley perfecta que es la de la libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.