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Eclesiastés 5:18 Nueva Biblia Española (1975) | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Eclesiastés 5

18 Esta es mi conclusión: lo bueno y lo que vale es comer y disfrutar a cambio de lo que se fatiga el hombre bajo el sol los pocos años que Dios le concede. Tal es su paga.

18 Esta es mi conclusión: lo bueno y lo que vale es comer y disfrutar a cambio de lo que se fatiga el hombre bajo el sol los pocos años que Dios le concede. Tal es su paga.

Eclesiastés 5

18 Esto es lo que yo he visto que es bueno y conveniente: comer, beber y gozarse uno de todo el trabajo en que se afana bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su recompensa.

Eclesiastés 5

18 Cuando un hombre ha recibido de Dios posesiones y riquezas; cuando puede comer, gozar y disfrutar de su trabajo, todo eso es un don de Dios.

Eclesiastés 5

18 He aquí, pues, el bien que he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar de los frutos de todo el trabajo con que uno se fatiga debajo del sol todos los días de la vida que Dios le ha dado, porque esa es su recompensa.

Eclesiastés 5

18 Además, si Dios concede a un hombre riqueza y fortuna, y le permite utilizarla, servirse de ella y gozar del fruto de su trabajo, eso s es don de Dios.

Eclesiastés 5

18 Esto es lo que he comprobado: que en esta vida lo mejor es comer y beber, y disfrutar del fruto de nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado.

Eclesiastés 5

18 Así que este es el bien que yo he visto: que lo agradable es comer y beber, y derivar satisfacción en todo el duro trabajo con que se afana uno debajo del sol, durante los contados días de la vida que ha"Elohim le ha dado; porque ésta es su porción.

Eclesiastés 5

18 Y además: cuando a cualquier hombre Di-s da riquezas y tesoros, le deja disfrutar de ellos, tomar su paga y holgarse en medio de sus fatigas, esto es un don de Di-s.

Eclesiastés 5

18 Además, cuando Dios concede a un hombre riquezas y tesoros, le deja disfrutar de ellos, tomar su porción y holgarse en medio de sus fatigas, esto sí que es don de Dios. No recordará mucho los días de su vida, mientras Dios le llena de alegría el corazón.