1.1 Visión: Palabra hebrea que por lo general significa revelación divina de la verdad. La profecía de Isaías le fue revelada por Dios. La visión describe la totalidad de lo que aparece en los 66 capítulos, ordenados en actos y escenas como si se tratase de un drama. Isaías significa «Jehová es salvación». Es el más grande de los profetas del AT y el más citado en el NT. Amoz no es el profeta menor conocido por un nombre similar. Una tradición judía identifica a Amoz como tío del rey Uzías. Si así fuera, ello convertiría a Isaías, quien seguramente tenía libre acceso al palacio en calidad de primo del rey. Uzías: La carrera profética de Isaías se extendió durante los reinados de Uzías (791 740 a.C.), Jotam (740 736), Acaz (736 716) y Ezequías (716 687).
1.2 Oíd, cielos: Como Moisés, Isaías pide al cielo y a la tierra que sean testigos de su denuncia de la bancarrota espiritual de Judá (véase Dt 32.1). Se rebelaron: Hablando como un padre desilusionado, Dios señala el problema y sus consecuencias para el vínculo que lo une a su pueblo. El pecado equivale en esencia a una rebelión.
1.3 El buey... el asno: Nótese el estilo poético de este libro. El estilo poético utilizado por Isaías recibe en hebreo el nombre de paralelismo, porque repite los conceptos utilizando otras palabras, y a menudo hace contrastar una idea con otra. Isaías también utiliza numerosas metáforas en su prosa. Israel: Aunque algunos especialistas creen que el autor tiene en mente al reino del norte en vv. 3 7, lo más probable es que Israel represente aquí a Judá (v. 1).
1.4 Gente pecadora: Pecar es errar el blanco. Judá como nación había equivocado completamente el camino al desobedecer el mandato de Jehová. Santo de Israel: Modalidad favorita utilizada por el profeta para llamar al Señor (lo hace en 26 ocasiones). Dios se revela a sí mismo como «el Santo» a una nación pecadora, y su naturaleza no ha cambiado (1 P 1.15; 2.9).
1.5 Toda cabeza está enferma: Da una idea de depravación total.
1.7 Vuestra tierra está destruida: El pecado y la rebelión han traído desastre a su anteriormente fructífera tierra.
1.8,9 La hija de Sion: Personificación de Jerusalén y sus habitantes. Enramada en viña: Se construía para cobijar a la persona que protegía el viñedo contra los ladrones de la fruta. La enramada se abandonaba cuando ya no era necesaria. Al abandonar Dios a Judá, ésta quedaba tan desolada como una enramada inservible. Un resto pequeño: Algunos permanecerían fieles en Judá.
1.11 15 ¿Para qué me sirve... la multitud de vuestros sacrificios?: Los sacrificios habían sido ordenados por Dios como vía para obtener el perdón de los pecados. Isaías no se está oponiendo a los sacrificios, la oración, el culto colectivo y el holocausto de
sangre. Solamente está condenando los homenajes formales y el culto vacío que no estaban acompañados de justicia social y verdadera devoción. Holocaustos: Véanse las notas a Levítico 1.3, 4.
1.11 El sacrificio de sangre depende de una buena relación, LA SANGRE. Lo supremo en los sacrificios de sangre es la actitud del corazón. Para ser aceptable, el sacrificio debía representar una devoción sincera. Isaías declaró que Dios estaba harto de animales ofrecidos hipócritamente. Es cierto que la santidad de Dios requería sangre para la purificación, pero la meta de su pacto era una relación correcta con su pueblo. David reflejó este entendimiento en el Salmo 51, cuando dijo que el deleite de Dios no estribaba en los sacrificios de animales, sino en un corazón contrito y humillado. La meta de Dios al hacer pactos es una relación correcta, no meras ceremonias y sacrificios. Por lo tanto, los sacrificios sin el sincero deseo de establecer una relación con Dios pervierten el verdadero propósito del sistema de sacrificios, y estos son inaceptables al Señor. ( Gn 4.1 10/ Heb 9.12) C.S.
1.13 Luna nueva: Sagrada celebración al comienzo del año lunar.
1.16,17 Lavaos y limpiaos: La única esperanza de Judá para acercarse a Dios era el arrepentimiento genuino y el establecimiento de la justicia social. Véase la introducción a Isaías: «Trasfondo».
1.16, 17 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Isaías.
1.18 20 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Isaías.
1.18-20 Venid... y estemos a cuenta: Isaías declara que Dios está dispuesto a limpiar y perdonar si Judá se vuelve y acepta su santa provisión. Dios es misericordioso y magnánimo, pero los pecadores deben escoger entre la obediencia y el juicio.
1.21-23 Ramera: En lugar de ser una ciudad donde la gente se acerca a Dios, Jerusalén se ha convertido en una seductora que invita a la maldad y a la idolatría.
1.24 26 Dios se dispone a actuar; su llamado de vv. 18 20 parece que no fue escuchado y ahora debe convertirse en juez. Pero también restaurará. Las tres palabras utilizadas aquí para llamar a Dios: Señor, Jehová de los ejércitos y el Fuerte de Israel, son todos nombres que invocan el poder y la autoridad con la cual limpiará y transformará a Jerusalén en una Ciudad de justicia.
1.27-31 Rebeldes son aquellos cuyo pecado tiene su origen en un acto de rebelión. La ciudad puede ser transformada en una ciudad de justicia sólo cuando los rebeldes sean destruidos. Huerto al que le faltan las aguas: Lugares al aire libre utilizados para el culto pagano.