1 Tesalonicenses 2:4-6

4 Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que examina nuestro corazón.

5 Como sabéis, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo.

6 Tampoco hemos buscado honores de nadie; ni de vosotros ni de otros.