Jonás 1:5-7

5 Los marineros, aterrados y a fin de aliviar la situación, comenzaron a clamar cada uno a su dios y a lanzar al mar lo que había en el barco. Jonás, en cambio, que había bajado al fondo de la nave para acostarse, ahora dormía profundamente.

6 El capitán del barco se le acercó y le dijo:—¿Cómo puedes estar durmiendo? ¡Levántate! ¡Clama a tu dios! Quizá se fije en nosotros, y no perezcamos.

7 Los marineros, por su parte, se dijeron unos a otros:—¡Vamos, echemos suertes para averiguar quién tiene la culpa de que nos haya venido este desastre!Así lo hicieron, y la suerte recayó en Jonás.