Juan 8:11-13

11 —Nadie, Señor.—Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.

12 Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo:—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

13 —Tú te presentas como tu propio testigo —alegaron los fariseos—, así que tu testimonio no es válido.