Lamentaciones 1:8-10

8 Grave es el pecado de Jerusalén;¡por eso se ha vuelto impura!Los que antes la honraban ahora la desprecian,pues han visto su desnudez;ella misma se deshace en llanto,y no se atreve a dar la cara.

9 Sus vestidos están llenos de inmundicia;no tuvo en cuenta lo que le esperaba.Su caída fue sorprendente;no hubo nadie que la consolara.«¡Mira, Señor, mi aflicción!¡El enemigo ha triunfado!»

10 El enemigo se adueñóde todos los tesoros de Jerusalén;vio ella penetrar en su santuarioa las naciones paganas,a las que tú prohibisteentrar en tu asamblea.