1 Timoteo 3:3-5

3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero,

4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad;

5 pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios?