Hechos 4:30-32

30 extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.»

31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía.

32 La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos.