Biblia Total


2 Crónicas 9 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


La reina de Sabá visita a Salomón

1 La reina de Sabá oyó la fama de Salomón y vino a poner a prueba a Salomón con enigmas. Llegó a Jerusalén con una gran fuerza de camellos que portaban perfumes, oro en gran cantidad y piedras preciosas. Se presentó a Salomón y le planteó todo cuanto había ideado.

2 Salomón resolvió todas sus preguntas. No había cuestión tan arcana que el rey no pudiera desvelar.

3 Cuando la reina de Sabá observó la sabiduría toda de Salomón, el palacio que había construido,

4 los manjares de su mesa, las residencias de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestimentas, sus coperos con sus trajes y los holocaustos que ofrecía en el templo de Yahvé, se quedó sin respiración,

5 y dijo al rey: "¡Era verdad cuanto yo oía en mi tierra acerca de tus enigmas y tu sabiduría!

6 Yo no daba crédito a lo que se decía; ahora he venido y mis propios ojos lo han visto. ¡No me dijeron ni la mitad! Tu sabiduría y tu prosperidad superan con mucho las noticias que yo escuché.

7 ¡Dichosa tu gente! ¡Dichosos estos servidores tuyos que están siempre en tu presencia y escuchan tu sabiduría!

8 ¡Bendito sea Yahvé, tu Dios, que se ha complacido en ti, poniéndote sobre su trono como rey de Yahvé, tu Dios, y te ha situado en el trono de Israel. Por el amor eterno de Yahvé a Israel te ha puesto como rey sobre ellos para administrar derecho y justicia!"

9 Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca hubo aromas como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón.

10 Los siervos de Jirán y los siervos de Salomón, que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de algummim y piedras preciosas.

11 Con la madera de algummim hizo el rey entarimados para el templo de Yahvé y para el palacio real, cítaras y salterios para los cantores. No se había visto nunca en la tierra de Judá madera semejante.

12 El rey Salomón concedió a la reina de Sabá todos los deseos que ella manifestó, aparte lo que ella había traído al rey. Luego se volvió a su país, ella y sus servidores.

Riquezas y fama de Salomón

13 El peso del oro que llegaba a Salomón cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,

14 sin contar lo precedente de los tributos impuestos a los mercaderes y las ganancias del tráfico comercial. Todos los reyes árabes y los inspectores del país traían oro y plata a Salomón.

15 El rey Salomón hizo doscientos escudos de gran tamaño en oro batido, seiscientos siclos de oro batido por cada escudo,

16 y trescientos escudos de menor tamaño en oro batido, trescientos siclos de oro por cada escudo. El rey los colocó en la casa denominada "Bosque del Líbano".

17 El rey hizo un gran trono de marfil, que revistió de oro finísimo.

18 El trono tenía seis gradas y un cordero de oro al respaldo, y brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones, de pie, junto a los brazos.

19 Más doce leones de pie sobre las seis gradas a uno y otro lado. Nada igual llegó a hacerse para ningún otro reino.

20 Todas las copas para bebidas del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la casa "Bosque del Líbano" era de oro puro. La plata no se estimaba en nada en tiempo del rey Salomón,

21 porque el rey tenía una flota de Tarsis con los siervos de Jirán, y cada tres años venía la flota de Tarsis trayendo oro y plata, marfil, monos y pavos reales.

22 Así el rey Salomón sobrepujó a todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría.

23 Todos los reyes de la tierra querían ver el rostro de Salomón para escuchar la sabiduría con la que Dios había dotado su mente.

24 Y cada uno de ellos traía su presente, objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos, año tras año.

25 Tenía Salomón cuatro mil caballerizas para sus caballos y carros, y doce mil caballos que acuarteló en las ciudades de carros y en Jerusalén en torno al rey.

26 Dominaba sobre todos los reyes desde el Río hasta el país de los filisteos y hasta la frontera de Egipto.

27 El rey hizo que en Jerusalén la plata fuese tan abundante como las piedras, y los cedros tanto como los sicómoros en la Tierra Baja.

28 Los caballos de Salomón procedían de Musur y de todos los países.

Muerte de Salomón

29 El resto de los hechos de Salomón, los primeros y los postreros, ¿no están escritos en la historia del profeta Natán, en la profecía de Ajías el silonita, y en las visiones de Yedó el vidente, sobre Jeroboán, hijo de Nebat?

30 Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel cuarenta años.

31 Salomón pasó a reposar con sus antepasados y fue enterrado en la ciudad de su padre David. Roboán, su hijo, reinó en su lugar.