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Deuteronomio 19 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


Las ciudades de refugio

1 Cuando Yahvé tu Dios haya exterminado a las naciones cuya tierra te da Yahvé tu Dios, cuando las hayas desalojado y habites en sus ciudades y en sus casas,

2 te reservarás tres ciudades en medio de la tierra que Yahvé tu Dios te da en posesión.

3 Mantendrás abierto el camino de acceso a ellas, y dividirás en tres partes el territorio del país que Yahvé tu Dios te da en posesión: esto para que todo homicida pueda refugiarse allí.

4 Éste es el caso del homicida que puede salvar su vida refugiándose allí. El que mate a su prójimo sin querer, sin haberle odiado antes

5 (por ejemplo, si va al bosque con su prójimo a cortar leña y, al blandir su mano el hacha para tirar el árbol, se sale el hierro del mango y va a herir mortalmente a su prójimo), éste podrá refugiarse en una de esas ciudades y salvará su vida.

6 No sea que el vengador de la sangre persiga al asesino cuando el corazón le arde de ira, le dé alcance por ser largo el camino y le hiera de muerte, siendo así que no era reo de muerte, puesto que no odiaba anteriormente al otro.

7 Por eso te doy yo esta orden: "Te pondrás aparte tres ciudades".

8 Y, si Yahvé tu Dios dilata tu territorio, como juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus padres,

9 a condición de que guardes y practiques todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, amando a Yahvé tu Dios y siguiendo sus caminos toda tu vida, a estas tres ciudades añadirás otras tres.

10 Así no se derramará sangre inocente en medio de la tierra que Yahvé tu Dios te da en herencia, y no caerá sangre sobre ti.

11 Pero si un hombre odia a su prójimo y le tiende una emboscada, y se lanza sobre él, le hiere mortalmente y aquél muere, y luego se refugia en una de esas ciudades,

12 los ancianos de su ciudad mandarán a prenderlo allí, y lo entregarán en manos del vengador de sangre, y morirá.

13 Tu ojo no se apiadará de él. Harás desaparecer de Israel la sangre del inocente, y así te irá bien.

14 No desplazarás los mojones de tu prójimo, los que pusieron los antepasados, en la heredad recibida en la tierra que Yahvé tu Dios te da en posesión.

Leyes sobre el testimonio

15 Un solo testigo no bastará como prueba contra un hombre por cualquier culpa o delito, por cualquier delito que haya cometido: sólo por declaración de dos testigos o por declaración de tres testigos se podrá fallar una causa.

16 Si un testigo injusto se levanta contra un hombre acusándolo de transgresión,

17 los dos hombres que por ello tienen pleito comparecerán en presencia de Yahvé, ante los sacerdotes y los jueces que estén entonces en funciones.

18 Los jueces indagarán a fondo, y si resulta que el testigo es un testigo falso, que ha acusado falsamente a su hermano,

19 haréis con él lo que él pretendía hacer con su hermano. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.

20 Los demás se enterarán y temerán, y no volverán a cometer una maldad semejante en medio de ti.

21 No tendrá piedad tu ojo. Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.