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Éxodo 14 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


Los israelitas cruzan el Mar Rojo

1 Yahvé dijo a Moisés:

2 "Di a los israelitas que se vuelvan y acampen frente a Pi Hajirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Safón. Frente a ese lugar acamparéis, junto al mar.

3 El faraón pensará que los israelitas andan errantes por el país y que el desierto les cierra el paso.

4 Yo haré que el faraón se obstine y os persiga; entonces manifestaré mi gloria sobre el faraón y sobre todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahvé." Ellos lo hicieron así. os egipcios persiguen a Israel.

5 Cuando anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, el faraón y sus servidores cambiaron de parecer sobre el pueblo y dijeron: "¿Qué es lo que hemos hecho? Hemos dejado marchar a Israel de nuestra servidumbre."

6 El faraón hizo enganchar su carro y tomó consigo sus tropas.

7 Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto, montados por sus combatientes.

8 Yahvé hizo que se obstinara el faraón, rey de Egipto, y persiguiera a los israelitas, pero los israelitas salieron con gesto victorioso.

9 Los egipcios los persiguieron con los caballos, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron cuando acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Safón.

10 Al acercarse el faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahvé.

11 Y dijeron a Moisés: "¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto?

12 ¿No te dijimos en Egipto: Déjanos en paz, serviremos a los egipcios, pues más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto?"

13 Moisés respondió al pueblo: "No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahvé os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás.

14 Yahvé peleará por vosotros; vosotros no os preocupéis." aso del Mar.

15 Yahvé dijo a Moisés: "¿Por qué clamas a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha.

16 Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas pasen por medio del mar, en seco.

17 Yo haré que los egipcios se obstinen y entren detrás de vosotros y mostraré mi gloria sobre el faraón y todo su ejército, sus carros y sus jinetes.

18 Y los egipcios sabrán que yo soy Yahvé, cuando muestre mi gloria sobre el faraón, sus carros y sus jinetes."

19 El ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se desplazó y pasó a su retaguardia. La columna de nube, que iba delante de ellos, se desplazó y se colocó detrás,

20 metiéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran acercarse unos a otros en toda la noche.

21 Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahvé hizo retroceder el mar mediante un fuerte viento del este que sopló toda la noche; el mar se secó y las aguas se dividieron.

22 Los israelitas entraron en medio del mar, en seco, y las aguas formaban muralla a derecha e izquierda.

23 Los egipcios los persiguieron y entraron tras ellos, en medio del mar, con todos los caballos del faraón, sus carros y sus jinetes.

24 A la vigilia matutina, Yahvé miró desde la columna de fuego y humo hacia el ejército de los egipcios, y sembró la confusión en el ejército egipcio.

25 Enredó las ruedas de sus carros, que a duras penas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: "Huyamos ante Israel, porque Yahvé pelea por ellos contra Egipto."

26 Yahvé dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas retornarán sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes."

27 Moisés extendió su mano sobre el mar y, al rayar el alba, el mar volvió a su lugar habitual, de modo que los egipcios, en su huida, toparon con él. Así precipitó Yahvé a los egipcios en medio del mar.

28 Las aguas retornaron y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército del faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera.

29 Mas los israelitas pasaron en seco, por medio del mar, mientras las aguas formaban muralla a derecha e izquierda.

30 Aquel día salvó Yahvé a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar.

31 Vio, pues, Israel la mano potente que Yahvé había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo a Yahvé, y creyó en Yahvé y en Moisés, su siervo.