Hechos 1:18-20

18 Éste, pues, con la paga de su crimen compró un campo y cayendo de cabeza, reventó por medio y todas sus entrañas se esparcieron.

19 Y todos los habitantes de Jerusalén lo conocieron, hasta el punto que llamaron aquel terreno, en su lengua, Haqueldamá, es decir: "Campo de sangre".

20 Pues está escrito en el libro de los Salmos: Quede su majada desierta y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro ocupe su cargo.