Nehemías 1:3-5

3 Me respondieron: "Los restos del cautiverio que han quedado allí en la provincia se encuentran en gran estrechez y confusión. La muralla de Jerusalén está llena de brechas, y sus puertas incendiadas."

4 Al oír estas palabras me senté y rompí a llorar. Permanecí en duelo algunos días, ayunando y orando ante el Dios del cielo.

5 Y dije: "Ah, Yahvé, Dios del cielo, tú, el Dios grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos.