Santiago 1:18-20

18 Nos engendró por su propia voluntad, con palabra de verdad, para que fuésemos como las primicias de sus criaturas.

19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira.

20 Porque la ira del hombre no realiza la justicia de Dios.