Santiago 1:19-21

19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira.

20 Porque la ira del hombre no realiza la justicia de Dios.

21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid con docilidad la palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras vidas.