1 Timoteo 1:8-10

8 Sabemos que la ley es buena, siempre que se la use debidamente:

9 reconociendo que la ley no se dicta para los honrados, sino para castigar a rebeldes y desobedientes, a impíos y pecadores, a los que no respetan a Dios ni a la religión, a los que matan a su padre o a su madre, a los asesinos,

10 a los que cometen inmoralidades sexuales y a los homosexuales, a los traficantes de seres humanos, a los estafadores, y perjuros. En una palabra, la ley está contra todo lo que se opone a una sana enseñanza,