Ester 1:1-3

1 ESTER El sueño de Mardoqueo El año segundo del reinado del emperador Artajerjes, el día uno de abril, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Yaír, descendiente de Semeí, y de Quis, benjaminita, un judío que vivía en la ciudad de Susa, funcionario de la corte, uno de los deportados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos desde Jerusalén con Jeconías, rey de Judá. Soñó lo siguiente: gritos y estruendo, truenos, un terremoto, tumulto en la tierra. Luego aparecieron dos grandes dragones dispuestos al combate; lanzaron un rugido, y al oírlo, todas las naciones se armaron para atacar a la raza de los justos. El día quedó oscuro y sombrío. ¡Día de tribulación y angustia, calamidades y tumultos! Toda la raza de los justos se asustó, temiendo la ruina, y se dispusieron a morir; pero gritaron al Señor, y en respuesta a su clamor, un río enorme y caudaloso surgió como de una fuentecilla; apareció una luz y salió el sol; los oprimidos se levantaron y devoraron a los grandes. Cuando Mardoqueo despertó, se le había grabado profundamente aquel sueño, en el que había visto los planes de Dios, y estuvo dándole vueltas hasta la noche, intentado descifrarlo. El banquete del rey Asuero Era en tiempo del rey Asuero, cuyo imperio abarcaba ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Nubia.

2 El año tercero de su reinado, el rey, que residía en la fortaleza de Susa,

3 ofreció un banquete a todos los generales y oficialidad del ejército persa y medo, a la nobleza de palacio y a los gobernadores de las provincias,