Lamentaciones 1:18-20

18 Pero el Señor es justo, porque me rebelé contra su palabra. Pueblos todos, escuchen y miren mis heridas: mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro.

19 Llamé a mis amantes, pero me han traicionado. Mis sacerdotes y ancianos murieron en la ciudad, mientras buscaban alimento para recobrar las fuerzas.

20 Mira, Señor, mis angustias y la amargura de mis entrañas. El corazón se me revuelve dentro de tanta amargura; en la calle la espada me deja sin hijos; en casa, reina la muerte.