Lamentaciones 1:21-23

21 Escuchen cómo gimo, sin nadie que me consuele. El enemigo se alegró de mi desgracia, que tú mismo ejecutaste; ¡haz que llegue el día anunciado, para que corran la misma suerte que yo!

22 Lleguen a tu presencia sus maldades y trátalos a ellos como me trataste a mí, por mis rebeliones: porque se multiplican mis gemidos y desfallece mi corazón.