Mateo 8:3-5

3 Él extendió la mano y le tocó diciendo: -Lo quiero, queda sano. Y en ese instante se sanó de la lepra.

4 Jesús le dijo: -No se lo digas a nadie; ve a presentarte al sacerdote y, para que les conste, lleva la ofrenda establecida por Moisés.

5 Lc 7,1-10; cfr. Jn 4,46-54 Al entrar en Cafarnaún, un centurión se le acercó y le suplicó: