Mateo 8:6-8

6 -Señor, mi muchacho está postrado en casa, paralítico, y sufre terriblemente.

7 Le dijo: -Yo iré a sanarlo.

8 Pero el centurión le replicó: -Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que digas una palabra y mi muchacho quedará sano.