1 Reyes 3:26-28

26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y le dijo: —¡Ah, señor mío! dad a esta el niño vivo, y no lo matéis. —Ni a mí ni a ti; partidlo—dijo la otra.

27 Entonces el rey respondió: —Entregad a aquella el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre.

28 Todo Israel oyó aquel juicio que había pronunciado el rey, y temieron al rey, pues vieron que Dios le había dado sabiduría para juzgar.