2 Corintios 4:6-8

6 porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros,

8 que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;