Biblia Total


1 Corintios 4 - Biblia Castilian 2003


El ministerio de los apóstoles

1 Que los hombres sólo vean en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

2 Ahora bien, a los administradores lo que se les exige es que sean fieles.

3 A m poco me importa que me juzguéis vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me juzgo a m mismo.

4 Aunque la conciencia de nada me remuerde, no por eso quedo justificado; mi juez es el Se or.

5 As, pues, no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Se or. Él iluminará lo que las tinieblas ocultan y pondrá al descubierto los designios del corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece.

6 En atención a vosotros, hermanos, he aplicado estas cosas, como ejemplo, a mi propio caso y al de Apolo, para que de nosotros aprendáis lo de: "No más de lo que está escrito", a fin de que no os infléis de vanidad, tomando partido por uno y contra otro.

7 Pues, ¿quién te distingue sobre los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido?

8 Ya os sent s saciados. Ya os habéis hecho ricos. Ya habéis logrado el reino sin nosotros. ¡Ojalá fuera verdad que hubierais logrado el reino, para que también nosotros lo compartiéramos con vosotros!

9 Por lo que veo, a nosotros, los apóstoles, Dios nos se aló el último lugar, como a condenados a muerte, convertidos en espectáculo para el mundo y para ángeles y hombres:

10 nosotros, insensatos por Cristo; vosotros, sensatos en Cristo: nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros despreciados.

11 Hasta el momento presente pasamos hambre y sed y desnudez, recibimos bofetadas y andamos errantes sin hogar.

12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Si nos insultan, bendecimos; si nos persiguen lo soportamos;

13 si nos calumnian, respondemos con bondad. Hemos venido a ser hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos.

14 No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino para haceros una advertencia como a hijos m os queridos.

15 Pues aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, padres no tenéis muchos: porque yo os engendré en Cristo Jesús por el Evangelio.

16 Por lo tanto, os ruego que sigáis mi ejemplo.

17 Por esto mismo os env o a Timoteo, hijo m o querido y fiel en el Se or: él os recordará mi conducta en Cristo [Jesús], acorde con lo que por todas partes ense o en todas las iglesias.

18 Hay algunos que se han inflado como si yo no hubiera de ir a vosotros.

19 Pero iré muy pronto, si el Se or quiere, y conoceré, no la palabrar a, sino el poder de esos orgullosos;

20 porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

21 ¿Qué queréis: que vaya yo a vosotros vara en mano, o con amor y esp ritu de mansedumbre?