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1 Crónicas 21 - Biblia Castilian 2003


David censa al pueblo

1 Satán se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciera el censo de Israel.

2 Ordenó, pues, David a Joab y a los jefes del pueblo: "Id a hacer el censo de Israel desde Berseba hasta Dan, y traédmelo porque quiero saber su número".

3 Respondió Joab: "¡Que Yahveh multiplique cien veces más su pueblo sobre lo que ahora es! ¡Oh mi se or el rey! ¿Acaso no son todos ellos súbditos de mi se or? ¿Por qué, pues, intenta esto mi se or? ¿Por qué acarrear esta ocasión de pecado para Israel?".

4 Con todo, la orden del rey prevaleció sobre Joab, el cual salió a recorrer todo Israel y volvió luego a Jerusalén.

5 Entregó, pues, Joab a David el número del empadronamiento del pueblo. Hab a en todo Israel un millón cien mil hombres aptos para la guerra; y en Judá, cuatrocientos setenta mil aptos para la guerra.

6 Pero no empadronó a Lev ni a Benjam n, porque a Joab le desagradaba la orden del rey.

7 Dios vio con malos ojos este censo y castigó a Israel.

8 Dijo entonces David a Dios: "He cometido un gran pecado por haber hecho este censo. Ahora perdona la iniquidad de tu siervo, pues he obrado muy neciamente".

9 Yahveh habló a Gad, vidente de David, diciéndole:

10 "Ve a decir a David: as habla Yahveh: "Te voy a proponer tres cosas; elige una de ellas, y yo la realizaré"".

11 Gad se presentó a David y le dijo: "As habla Yahveh: "Acepta para ti:

12 o tres a os de hambre, o tres meses de andar huyendo de tus enemigos que vayan persiguiéndote a espada, o tres d as de espada de Yahveh y epidemia en el pa s, durante los cuales el ángel de Yahveh sembrará la ruina en todo el territorio de Israel. Ahora, pues, mira tú lo que debo responder al que me env a"".

13 Respondió David a Gad: "Me veo en un gran aprieto. Pero prefiero caer en manos de Yahveh, cuya misericordia es muy grande, a que yo caiga en manos de los hombres".

14 Mandó entonces Yahveh la peste a Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel.

15 Envió Dios un ángel a Jerusalén para arrasarla. Pero, cuando la estaba arrasando, miró Yahveh y se arrepintió de aquel estrago. Y dijo al ángel exterminador: "¡Basta! ¡Retira ya tu mano!". El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.

16 David alzó los ojos y vio al ángel de Yahveh que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.

17 Y David dijo a Dios: "Yo, yo fui quien pecó; fui yo quien delinquió. Pero este reba o ¿qué ha hecho? ¡Yahveh, Dios m o, descarga tu mano sobre m y sobre la casa de mi padre, pero no haya mortandad en tu pueblo!".

18 Entonces el ángel de Yahveh dijo a Gad que diera a David la orden de subir a la era de Ornán, el jebuseo, para erigir all un altar a Yahveh.

19 Subió David conforme a la orden que Gad le hab a dado en nombre de Yahveh.

20 Ornán, que estaba trillando trigo, se volvió y vio al ángel. Los cuatro hijos que con él estaban se escondieron.

21 Cuando llegaba David cerca de Ornán miró éste; y al ver a David, salió de la era y se postró rostro en tierra ante David.

22 Dijo entonces David a Ornán: "Dame este lugar de la era para construir en él un altar a Yahveh - dámelo por su justo precio -, para que la mortandad se retire del pueblo".

23 Respondió Ornán a David: "Tómalo, y haga mi se or el rey lo que mejor le parezca. Mira: te entrego también los bueyes para el holocausto, los trillos para la le a y el trigo para la ofrenda: todo te lo doy".

24 Pero el rey David replicó a Ornán: "De ningún modo; te lo compraré por su justo precio, pues no quiero ofrecer a Yahveh lo que es tuyo ni ofrecerle un holocausto de balde".

25 Y entregó David a Ornán por el solar la suma de seiscientos siclos de oro.

26 David construyó all un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Invocó a Yahveh, el cual le respondió con fuego que descendió del cielo sobre el altar del holocausto.

27 Entonces Yahveh ordenó al ángel que envainara la espada.

El lugar para el templo

28 En aquella ocasión, viendo David que Yahveh le hab a respondido en la era de Ornán el jebuseo, ofreció sacrificios all,

29 pues la tienda del encuentro de Yahveh que Moisés hab a fabricado en el desierto y el altar de los holocaustos estaban por aquel entonces en el lugar alto de Gabaón.

30 Pero David no se hab a atrevido a ir allá para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel de Yahveh.