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1 Samuel 10 - Biblia Castilian 2003


1 Tomó Samuel el frasco del aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl; después le besó y le dijo: "¿No es Yahveh quien te ha ungido por pr ncipe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahveh y lo librarás del poder de los enemigos que le rodean. Y ésta será la se al de que Yahveh te ha ungido por jefe de su heredad:

2 cuando hoy te alejes de m, encontrarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en los confines de Benjam n, en Selsaj, los cuales te dirán: "Ya han aparecido las asnas que fuiste a buscar. Tu padre ya no se preocupa del asunto de las asnas; pero está intranquilo por vosotros, y se pregunta: ¿Qué haré yo por saber de mi hijo?".

3 Y siguiendo adelante, cuando llegues a la encina del Tabor, te saldrán al paso tres hombres que suben hacia Dios, a Betel: uno llevará tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero un odre de vino.

4 Te saludarán y te darán dos panes, que tú aceptarás de sus manos.

5 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición de filisteos, y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tambores, flautas y c taras y arrebatados de entusiasmo profético.

6 Entonces te invadirá el esp ritu de Yahveh, y entrarás con ellos en trance profético, de suerte que te transformarás en otro hombre.

7 Y cuando se cumplan estas se ales, haz lo que se te presente a mano, porque Dios está contigo.

8 Luego bajarás delante de m a Guilgal, adonde yo bajaré a reunirme contigo, para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Me esperarás durante siete d as hasta que yo llegue y te dé a conocer lo que has de hacer".

9 Y acaeció que apenas volvió las espaldas para separarse de Samuel, Dios le transformó el corazón y se cumplieron aquel mismo d a todas las se ales.

10 En efecto, al llegar all, a Guibeá, le salió al encuentro un grupo de profetas; el esp ritu de Dios se apoderó de él y entró en medio de ellos en trance profético.

11 Y todos los que lo conoc an de antes, al verlo arrebatado de entusiasmo en medio de los profetas, se preguntaban unos a otros: "¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl entre los profetas?".

12 Uno de los presentes replicó: "¿Y quién es su padre?". Por eso quedó como proverbio: "¿También Saúl entre los profetas?".

13 Cuando cesó el arrebato del trance se fue a casa.

14 Un t o de Saúl preguntó a éste y a su criado: "¿Adónde habéis ido?". Respondió: "A buscar las asnas. Pero, al no hallarlas, nos fuimos donde Samuel".

15 Dijo entonces el t o de Saúl: "Cuéntame, por favor, lo que os dijo Samuel".

16 Saúl contestó a su t o: "Nos indicó que las asnas hab an aparecido". Pero no le reveló nada de lo que le hab a dicho Samuel acerca del reino.

17 Samuel convocó al pueblo ante Yahveh en Mispá,

18 y dijo a los israelitas: "As habla Yahveh, Dios de Israel: yo saqué a Israel de Egipto y os libré del poder de los egipcios y de todos los reinos que os oprim an.

19 Pero vosotros habéis rechazado hoy a vuestro Dios, que es quien os salvó de todos vuestros males y tribulaciones, al decir: ¡No! Sino pon sobre nosotros un rey. Ahora, pues, presentaos ante Yahveh por tribus y por familias".

20 Hizo Samuel que comparecieran todas las tribus de Israel y fue designada por la suerte la tribu de Benjam n.

21 Hizo que se presentara la tribu de Benjam n por clanes, y fue designado por la suerte el clan de Matr; hizo que comparecieran el clan de Matr por individuos, y fue designado por la suerte Saúl, hijo de Quis. Lo buscaron pero no lo hallaron.

22 Consultaron entonces de nuevo a Yahveh: "¿Ha llegado ya aqu ese hombre?". Respondió Yahveh: "Está escondido entre los bagajes".

23 Fueron en seguida a sacarlo de all. Y cuando estuvo en medio del pueblo, aventajaba en estatura a toda la gente de los hombros para arriba.

24 Samuel dijo entonces a todo el pueblo: "¿Veis al que ha elegido Yahveh? No hay otro como él en todo el pueblo". Y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey!".

25 Luego Samuel proclamó ante el pueblo los derechos de la realeza y los consignó por escrito en un libro que puso delante de Yahveh. Después despidió Samuel a todo el pueblo, cada uno a su casa.

26 También Saúl se fue a su casa, a Guibeá. Le acompa aban algunos guerreros, a quienes Dios les hab a tocado el corazón.

27 Algunos hombres perversos dijeron: "¿Cómo nos va a salvar éste?". Lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente. Pero él no se dio por enterado.