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1 Samuel 23 - Biblia Castilian 2003


David en el desierto

1 Avisaron a David diciéndole: "Mira, los filisteos están atacando a Queilá y saquean las eras".

2 David consultó entonces a Yahveh: "¿Debo ir a batir a estos filisteos?". Respondió Yahveh a David: "Vete, los derrotarás y salvarás as a Queilá".

3 Pero los hombres de David le dijeron: "Mira: si ya aqu, en Judá, tenemos miedo, ¿cuánto más si vamos a Queilá contra las huestes de los filisteos?".

4 David consultó de nuevo a Yahveh, y Yahveh le respondió: "Parte y baja a Queilá, porque yo voy a entregar a los filisteos en tus manos".

5 Fue David con sus hombres a Queilá y atacó a los filisteos; se apoderó de sus ganados, les infligió una gran derrota y salvó David a los habitantes de Queilá.

6 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélec, huyó al lado de David y bajó con él a Queilá, llevaba consigo el efod.

7 Anunciaron a Saúl que David hab a ido a Queilá, y dijo Saúl: "Dios lo ha entregado en mis manos, pues ha ido a encerrarse en una ciudad que tiene puertas y cerrojos".

8 Convocó luego Saúl a todo el ejército a la guerra para bajar a Queilá y poner cerco a David y a sus hombres.

9 Supo David que Saúl maquinaba el mal contra él y dijo al sacerdote Abiatar: "Trae el efod ".

10 Y dijo David: "¡Oh Yahveh, Dios de Israel! Tu siervo ha o do que Saúl intenta venir a Queilá, para arrasar la ciudad por causa m a.

11 ¿Los habitantes de Queilá me entregarán en sus manos? ¿Bajará efectivamente Saúl, como ha o do decir tu siervo? Yahveh, Dios de Israel, d gnate manifestarlo a tu siervo". Y contestó Yahveh: "Bajará".

12 David preguntó: "¿Me entregarán los habitantes de Queilá, a m y a mis hombres, en manos de Saúl?". Respondió Yahveh: "Te entregarán".

13 Entonces David partió con sus hombres, que eran unos seiscientos, y, saliendo de Queilá, caminaban sin rumbo fijo. Cuando Saúl se enteró de que David hab a huido de Queilá, suspendió la expedición.

14 David viv a en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

15 David tuvo miedo al saber que Saúl hab a salido a campa a para atentar contra su vida. David estaba en el desierto de Zif, en Jorsá.

16 Fue entonces cuando Jonatán, hijo de Saúl, se puso en camino para ir en busca de David, en Jorsá, y confortarlo de parte de Dios.

17 Y le dijo: "No temas; que la mano de Saúl, mi padre, no te ha de sorprender. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Incluso mi padre Saúl se da cuenta de esto".

18 Hicieron los dos una alianza en presencia de Yahveh; David se quedó en Jorsá y Jonatán se volvió a su casa.

19 Algunos habitantes de Zif subieron a Guibeá, donde estaba Saúl, para decirle: "¿No sabes que David está escondido entre nosotros en los refugios de Jorsá, en la colina de Jaquilá, al sur del páramo?

20 Ahora, pues, ya que estás deseando bajar, ¡oh rey! baja, y nosotros nos encargaremos de entregarlo en manos del rey".

21 Respondió Saúl: "¡Benditos seáis de Yahveh, pues os habéis compadecido de m !

22 Id, pues, y aseguraos todav a mejor, averiguad y mirad bien el lugar por donde anda y quién lo ha visto, porque me han dicho que es sumamente astuto.

23 Recorred y registrad todos los escondrijos en los que se suele ocultar; después volved a m con informes exactos. Entonces yo iré con vosotros. Y si está en la comarca, yo lo buscaré entre todas las familias de Judá".

24 Ellos se fueron y regresaron a Zif antes que Saúl. Pero David y sus hombres se hab an retirado al desierto de Maón, en la estepa, al sur del páramo.

25 Saúl y sus hombres salieron en busca de él. Pero se lo avisaron a David y éste bajó a la pe a que hay en el desierto de Maón. Informado de ello Saúl, se lanzó en persecución de David por el desierto de Maón.

26 Iba Saúl por un lado de la colina, y David y sus hombres iban por el otro. David se apresuraba por escapar de Saúl, mientras éste y sus hombres procuraban cerrar el cerco en torno a David y los suyos para prenderlos.

27 Llegó entonces a Saúl un mensajero y le dijo: "Apresúrate a venir, porque los filisteos han invadido el pa s".

28 Saúl abandonó la persecución de David y marchó al encuentro de los filisteos. Por eso se llama aquel lugar "Pe a de las Separaciones".