Biblia Total


Deuteronomio 12 - Biblia Castilian 2003


El santuario único

1 Éstos son los preceptos y las normas que cuidaréis de poner en práctica en la tierra que Yahveh, Dios de tus padres, te va a entregar para que la poseas todo el tiempo que viváis en aquel suelo.

2 Destruiréis inexorablemente los lugares donde los pueblos que vais a expulsar han rendido culto a sus dioses: sobre las altas monta as, sobre las colinas y bajo todo árbol frondoso.

3 Demoleréis sus altares, romperéis sus estelas, quemaréis sus bosques sagrados, derribaréis las estatuas de sus dioses y haréis desaparecer su nombre de aquellos lugares.

4 No haréis as con Yahveh, vuestro Dios,

5 sino que frecuentaréis el lugar que Yahveh, vuestro Dios, elija entre todas vuestras tribus para poner en él su nombre y su morada; es all adonde habrás de ir.

6 Llevaréis all vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda de elevación de vuestras manos, vuestras ofrendas votivas y vuestras oblaciones voluntarias y los primogénitos de vuestro ganado mayor y menor.

7 All comeréis en presencia de Yahveh, vuestro Dios, y os regocijaréis, vosotros y vuestras familias, por todo lo que vuestras manos han ganado y lo que te haya aportado la bendición de Dios.

8 No haréis en manera alguna como aqu hacemos nosotros ahora, cada cual lo que le parece bien,

9 porque hasta el presente no habéis llegado al lugar de reposo y a la heredad que te da Yahveh, tu Dios.

10 Pero cuando hayáis pasado el Jordán y habitéis en el pa s que Yahveh, vuestro Dios, os entrega en posesión; cuando él os dé paz en medio de todos los enemigos que os rodean y viváis con tranquilidad,

11 entonces, llevaréis al lugar elegido por Yahveh, vuestro Dios, para que en él more su nombre, todo lo que ahora yo os prescribo: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y las ofrendas balanceadas de vuestras manos, y todo lo más selecto de cuanto hayáis prometido con voto a Yahveh.

12 Y os regocijaréis delante de Yahveh, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que está dentro de vuestras ciudades, ya que él no ha recibido parte ni heredad con vosotros.

13 Guárdate de ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas;

14 antes bien, los ofrecerás en el lugar que Yahveh haya elegido en una de tus tribus, y all harás todo lo que yo te mando.

15 Con todo, siempre que lo desees, podrás matar y comer carne dentro de todas tus ciudades, conforme a la bendición que Yahveh, tu Dios, te haya otorgado; podrán comerla el impuro y el puro, como se come la gacela y el ciervo.

16 Pero nunca podréis comer la sangre; la derramarás sobre la tierra como el agua.

17 No podrás comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, ni los primogénitos de tu ganado mayor y menor, ni nada de cuanto por voto hayas prometido, ni tus ofrendas voluntarias, ni las ofrendas balanceadas de tus manos.

18 Sólo ante Yahveh, tu Dios, en el lugar que Yahveh, tu Dios, haya elegido, all lo comerás tú y tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que more dentro de tus ciudades; y te regocijarás delante de Yahveh, tu Dios, por todo lo que has conseguido en tus empresas.

19 Guárdate de desamparar nunca al levita durante el tiempo que vivas sobre tu tierra.

20 Cuando Yahveh, tu Dios, haya ensanchado tus dominios, como te lo ha dicho, y digas: "Quisiera comer carne", porque te apetece comer carne, podrás comerla siempre que lo desees.

21 Si el lugar escogido por Yahveh, tu Dios, para poner en él su nombre te queda demasiado lejos, podrás matar reses de tu ganado mayor y menor que Yahveh te ha dado siguiendo las normas prescritas y lo podrás comer dentro de tus ciudades a la medida de tus deseos.

22 Lo comerás como se come la gacela y el ciervo y podrán comerlo tanto el impuro como el puro.

23 Pero en ningún caso comerás la sangre, porque la sangre es la vida, y no debes comer la vida con la carne.

24 No la comerás; la derramarás sobre la tierra como el agua.

25 No la comerás y te irá bien a ti, y a tus hijos después de ti, por haber hecho lo que es recto a los ojos de Yahveh.

26 Pero tomarás contigo las ofrendas sagradas a que estás obligado y tus ofrendas votivas, e irás al lugar que haya escogido Yahveh.

27 Sacrificarás tus holocaustos, la carne y la sangre, en el altar de Yahveh, tu Dios. La sangre de tus sacrificios será derramada encima del altar de Yahveh, tu Dios; pero podrás comer la carne.

28 Guarda y escucha todas estas cosas que yo te ordeno, para que te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, perpetuamente, por haber hecho lo que es bueno y recto a los ojos de Yahveh, tu Dios.

Advertencias contra la idolatría

29 Cuando Yahveh, tu Dios, haya aniquilado a los pueblos a los que tú te diriges con el fin de desalojarlos; cuando los hayas despojado y te hayas instalado en su pa s,

30 guárdate de dejarte seducir por su ejemplos después de haberlos exterminado delante de ti, y de interesarte por sus dioses, preguntando: "¿Cómo rend an culto a sus dioses? Voy a hacer yo también lo mismo".

31 No procedas as con Yahveh, tu Dios, porque ellos hicieron con sus dioses todo lo que Yahveh abomina y detesta e incluso llegaron a quemar en el fuego a sus hijos y sus hijas en honor de sus dioses.