Deuteronomio 33:25-27

25 sean de hierro y de bronce tus cerrojos, y dure tu vigor cuanto duren tus d as.

26 No hay nadie como el Dios de Yesurún: que sobre los cielos cabalga para ir en tu ayuda, y sobre las nubes, en su majestad.

27 El Dios de anta o es lugar de refugio, y un soporte, sus brazos eternos; él arrojó de delante de ti al enemigo, y ordenó: ¡extermina!