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Esdras 7 - Biblia Castilian 2003


Esdras y sus compañeros llegan a Jerusalén

1 Después de estos acontecimientos, durante el reinado de Artajerjes, rey de Persia, Esdras, hijo de Serayas, hijo de Azar as, hijo de Jilqu as,

2 hijo de Salún, hijo de Sadoc, hijo de Ajitub,

3 hijo de Amar as, hijo de Azar as, hijo de Merayot,

4 hijo de Zeraj as, hijo de Uz, hijo de Buqu,

5 hijo de Abisúa, hijo de Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sumo sacerdote Aarón,

6 subió de Babilonia. Esdras era un escriba versado en la ley que Yahveh, Dios de Israel, hab a dado a Moisés. Y como la mano de Yahveh, su Dios, estaba con él, el rey le concedió todo cuanto le hab a pedido.

7 Subieron, además, a Jerusalén, en el a o séptimo del rey Artajerjes, algunos israelitas, sacerdotes, levitas, cantores, porteros y donados.

8 Esdras llegó a Jerusalén en el mes quinto del a o séptimo del rey.

9 Se hab a puesto en camino desde Babilonia el d a primero del mes primero, y entró en Jerusalén el d a primero del mes quinto. La mano bondadosa de su Dios estaba con él,

10 porque Esdras hab a aplicado su corazón al estudio de la ley de Yahveh, para ponerla por obra y para ense ar en Israel sus mandamientos y preceptos.

11 Ésta es la copia de la carta que entregó el rey Artajerjes al sacerdote y escriba Esdras, versado en las palabras y mandamientos de Yahveh y en las leyes dadas por él a Israel:

12 "Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba de la ley del Dios del cielo, paz perfecta, etc.

13 Esto es lo que ordeno: todos los residentes de mi reino que pertenezcan al pueblo de Israel, o a sus sacerdotes o levitas, y quieran ir voluntariamente a Jerusalén, pueden ir contigo,

14 porque tú eres enviado del rey y de sus siete consejeros para visitar Judá y Jerusalén en lo referente a la ley de tu Dios que tienes en tus manos

15 y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén,

16 as como toda la plata y el oro que reúnas en toda la provincia de Babilonia, junto con los donativos que el pueblo y los sacerdotes ofrezcan espontáneamente al templo de Dios que está en Jerusalén.

17 Procura, por tanto, comprar con ese dinero novillos, carneros y corderos, con sus correspondientes ofrendas y libaciones, para ofrecerlos sobre el altar del templo de vuestro Dios que está en Jerusalén.

18 Y de lo que quede de la plata y el oro podéis hacer lo que os parezca bien a ti y a tus hermanos, conforme a la voluntad de vuestro Dios.

19 Deposita ante el Dios de Jerusalén los objetos que te serán entregados para el culto del templo de vuestro Dios.

20 Y las restantes cosas necesarias para el templo de tu Dios de las que tengas que proveerte, te las procurarás a cargo del tesoro real.

21 Yo, el rey Artajerjes, doy esta orden a todos los tesoreros de la provincia Transeufratina: "Todo lo que os pida Esdras, sacerdote y escriba del Dios del cielo, lo cumpliréis puntualmente,

22 hasta cien talentos de plata, cien koros de trigo, cien batos de vino, cien batos de aceite y sal sin limitaciones".

23 Todo lo que disponga el Dios del cielo concerniente al templo del Dios del cielo debe ser cumplido celosamente, no sea que su cólera venga sobre el reino, sobre el rey y sobre sus hijos.

24 Os hacemos saber también que no se podrán imponer tributos, impuestos ni gabelas a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y donados, ni a ninguno de los servidores de ese templo de Dios.

25 Y tú, Esdras, conforme a la sabidur a de tu Dios que posees, instituye jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo de la provincia Transeufratina, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a quienes no las conocen, ensé aselas.

26 Y a todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, apl quesele rigurosa justicia: muerte, destierro, multa o prisión".

27 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de nuestros padres, que dispuso as el corazón del rey para glorificar el templo de Yahveh que está en Jerusalén,

28 y que inclinó hacia m la benevolencia del rey, de sus consejeros y de todos los altos oficiales del rey! Yo me sent fortalecido, porque estaba conmigo la mano de Yahveh, mi Dios, y por eso reun a los jefes de Israel para que subieran conmigo.