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Ezequiel 20 - Biblia Castilian 2003


Modo de proceder de Dios con Israel

1 El a o séptimo, el d a diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Yahveh y se sentaron delante de m.

2 Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:

3 "Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: "As dice el Se or Yahveh: ¿ven s a consultarme? Por mi vida, que no me dejaré consultar por vosotros" - oráculo del Se or Yahveh.

4 ¿Quieres juzgarlos? ¿Quieres juzgar, hijo de hombre? Dales a conocer las abominaciones de sus padres

5 y diles: "As dice el Se or Yahveh: el d a en que eleg a Israel, con la mano en alto juré a la descendencia de Jacob, me di a conocer a ellos en el pa s de Egipto y con la mano en alto les juré en estos términos: yo soy Yahveh, vuestro Dios.

6 Aquel d a, con la mano en alto les juré sacarlos del pa s de Egipto hacia una tierra que yo mismo hab a explorado, un pa s que mana leche y miel, el más espléndido de todos los pa ses.

7 Y les dije: que cada uno de vosotros arroje los monstruos abominables que deleitan vuestros ojos y no os contaminéis con los dolos de Egipto. Yo soy Yahveh, vuestro Dios".

8 Pero ellos se rebelaron contra m y no quisieron escucharme; nadie arrojó los monstruos abominables que deleitaban sus ojos, ni abandonaron los dolos de Egipto. Pensé entonces volcar mi furor sobre ellos, para desahogar del todo mi ira contra ellos en el pa s mismo de Egipto.

9 Pero por consideración a mi nombre actué para que no fuera profanado a los ojos de las naciones en donde se encontraban, a vista de las cuales me hab a dado a conocer a ellos al sacarlos del pa s de Egipto".

10 "Los saqué, pues, del pa s de Egipto y los conduje al desierto.

11 Les di mis leyes y les hice saber mis normas, por medio de las cuales vive el hombre que las cumple.

12 Les di, además, mis sábados, para que fueran una se al entre ellos y yo, y supieran que yo, Yahveh, soy quien los santifico.

13 Pero la casa de Israel se rebeló contra m en el desierto; no procedieron según mis leyes, despreciaron mis normas, por medio de las cuales vive el hombre que las cumple, y profanaron constantemente mis sábados. Pensé entonces volcar mi furor sobre ellos exterminándolos en el desierto.

14 Pero por consideración a mi nombre actué para que no fuera profanado a los ojos de las naciones a la vista de las cuales los hab a sacado.

15 Les juré, además, en el desierto, con la mano en alto, que no los llevar a a la tierra que les hab a dado, al pa s que mana leche y miel, el más espléndido de todos los pa ses,

16 porque hab an despreciado mis normas, no hab an procedido según mis leyes y hab an profanado mis sábados, porque su corazón iba en pos de sus dolos.

17 Pero mis ojos se compadecieron de ellos, de modo que no los destru ni acabé con ellos en el desierto."

18 "Dije a sus hijos en el desierto: "No procedáis según las leyes de vuestros padres, ni observéis sus normas, ni os contaminéis con sus dolos.

19 Yo soy Yahveh, vuestro Dios: proceded según mis leyes, observad mis normas y cumplidlas.

20 Santificad mis sábados, de modo que sean una se al entre vosotros y yo, para que se sepa que yo soy Yahveh, vuestro Dios".

21 Pero los hijos se rebelaron contra m, no procedieron según mis leyes, ni observaron ni pusieron en práctica mis normas, por medio de las cuales vive el hombre que las cumple, y profanaron mis sábados. Pensé entonces volcar mi furor sobre ellos, desahogando del todo mi ira contra ellos en el desierto;

22 pero retiré mi mano y por consideración a mi nombre actué para que no fuera profanado a los ojos de las naciones a vista de las cuales los hab a sacado.

23 Con la mano en alto les juré también en el desierto que los dispersar a por las naciones y los diseminar a por los pa ses,

24 porque no hab an cumplido mis normas, hab an despreciado mis leyes y profanado mis sábados, y sus ojos se hab an ido en pos de los dolos de sus padres.

25 Les di, además, leyes que no eran buenas y normas según las cuales no podr an vivir.

26 Les contaminé con sus ofrendas, haciéndoles sacrificar a todo primogénito, con el fin de horrorizarlos, para que supieran que yo soy Yahveh."

27 "Por lo tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel y diles: as dice el Se or Yahveh: "Aún en esto me han ultrajado vuestros padres, obrando deslealmente conmigo".

28 Cuando los llevé al pa s que con la mano en alto hab a jurado darles, entonces dondequiera que vieron una colina elevada y cualquier árbol frondoso, all ofrecieron sus sacrificios, all presentaron sus irritantes ofrendas, all pusieron sus perfumes de calmante aroma, all hicieron sus libaciones.

29 Yo les dije: "¿Qué es el lugar alto adonde vais?". Por eso su nombre es Bamá hasta el d a de hoy."

30 "Por tanto, di a la casa de Israel: "As dice el Se or Yahveh: ¡qué! Os contamináis según el proceder de vuestros padres, os prostitu s yendo en pos de sus monstruos abominables y,

31 al presentar vuestras ofrendas, hacéis pasar por el fuego a vuestros hijos, os contamináis con vuestros dolos hasta el d a de hoy y, ¿voy a dejarme consultar por vosotros, casa de Israel?" Por mi vida - oráculo del Se or Yahveh -, que no me dejaré consultar por vosotros,

32 ni se realizará jamás lo que os viene a la mente cuando pensáis: "Seremos como las naciones, como las tribus de los otros pa ses, que adoran el le o y la piedra"."

33 "Por mi vida - oráculo del Se or Yahveh -, que reinaré sobre vosotros con mano dura, brazo extendido y furor desbordado.

34 Os sacaré de los pueblos y os reuniré de los pa ses en donde estáis dispersos con mano dura, brazo extendido y furor desbordado;

35 os llevaré al desierto de los pueblos y me presentaré en juicio contra vosotros cara a cara.

36 Como me presenté a juicio contra vuestros padres en el desierto del pa s de Egipto, as me presentaré a juicio contra vosotros - oráculo del Se or Yahveh.

37 Os haré pasar bajo el cayado y os introduciré en el v nculo de la alianza.

38 Separaré de entre vosotros a los insumisos y a los que se rebelaron contra m; los sacaré del pa s donde residen como forasteros, pero no entrarán en el pa s de Israel; y sabréis que yo soy Yahveh."

39 "En cuanto a vosotros, casa de Israel, as dice el Se or Yahveh: "Vaya cada uno a servir a sus dolos". Pero después ciertamente no habrá uno entre vosotros que no me escuche; ni profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros dolos;

40 porque en mi monte santo, en el monte excelso de Israel - oráculo del Se or Yahveh -, all toda la casa de Israel, toda entera me servirá en el pa s; all me complaceré en ellos y all reclamaré vuestras ofertas, las primicias de vuestros dones y todas vuestras ofrendas sagradas.

41 Como en perfume de calmante aroma me complaceré en vosotros cuando os saque de los pueblos y os reúna de los pa ses en donde estáis dispersos, y manifestaré mi santidad por medio de vosotros a los ojos de las naciones.

42 Sabréis que yo soy Yahveh cuando os lleve a la tierra de Israel, al pa s que con la mano en alto juré dar a vuestros padres.

43 All recordaréis vuestra conducta y todas vuestras acciones con las que os habéis contaminado, y os sentiréis asqueados de vosotros mismos por todas las maldades que cometisteis.

44 Y sabréis que yo soy Yahveh cuando actúe con vosotros por consideración a mi nombre y no según vuestra mala conducta y vuestras depravadas acciones, ¡oh casa de Israel! - oráculo del Se or Yahveh."