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Génesis 41 - Biblia Castilian 2003


José interpreta el sueño de Faraón

1 Al cabo de dos a os, so ó el Faraón que estaba a la orilla del Nilo

2 y que del r o sub an siete vacas hermosas a la vista y gordas, que se pusieron a pacer entre los juncos;

3 y que luego otras siete vacas, de feo aspecto y macilentas, sub an del r o, tras las primeras, y se paraban junto a ellas, a la orilla del Nilo.

4 Y las vacas de feo aspecto y famélicas devoraban a las siete vacas hermosas y gordas. Entonces se despertó el Faraón.

5 Se durmió de nuevo, y tuvo un segundo sue o: siete espigas gruesas y hermosas sal an de un solo tallo.

6 A continuación brotaron siete espigas raqu ticas y abrasadas por el viento del este.

7 Las siete espigas menudas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. Entonces se despertó el Faraón. Todo fue un sue o.

8 Pero a la ma ana siguiente su esp ritu estaba inquieto y mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les refirió sus sue os; pero no hubo quien se los supiera interpretar al Faraón.

9 Entonces, el jefe de los coperos habló al Faraón, diciéndole: "Ahora reconozco mi fallo.

10 El Faraón se hab a enojado contra sus servidores y nos hab a arrestado en la casa del jefe de la guardia, a m y al jefe de los panaderos.

11 Pues bien, en la misma noche tuvimos cada uno un sue o, y cada sue o ten a su propia significación.

12 Estaba all con nosotros un joven hebreo, siervo del jefe de la guardia. Le contamos nuestros sue os, él los interpretó, dándonos a cada uno la interpretación de su sue o.

13 Y tal como él nos los hab a interpretado, as sucedió: yo fui restablecido en mi cargo, y el otro fue colgado".

14 El Faraón envió a llamar a José, al que sacaron a toda prisa del calabozo. Le cortaron el pelo, le mudaron la ropa y le presentaron al Faraón.

15 El Faraón dijo a José: "He tenido un sue o y no hay quien me lo sepa interpretar. He o do decir de ti que te basta o r contar un sue o para saber interpretarlo".

16 Respondió José al Faraón: "No yo; Dios será el que dé una interpretación favorable al Faraón".

17 Dijo entonces el Faraón a José: "Bien. En mi sue o, estaba yo a la orilla del Nilo,

18 cuando vi subir del r o siete vacas gordas y de hermoso aspecto, que se pusieron a pacer en el juncal.

19 Detrás de ellas, subieron otras siete vacas, raqu ticas, de muy feo aspecto y famélicas, como no se hab an visto tan malas en toda la tierra de Egipto.

20 Las vacas feas y famélicas se comieron a las siete primeras vacas, a las gordas.

21 Pero aunque se las comieron, no se notó que las tuvieran dentro; pues su aspecto segu a siendo tan malo como antes. Y me desperté.

22 Vi después, en mi sue o, que siete espigas, llenas y hermosas, sal an de un mismo tallo;

23 y que siete espigas vanas, delgadas y abrasadas por el viento del este brotaban tras de aquéllas.

24 Las espigas flacas se tragaron a las siete espigas buenas. Se lo he contado a los adivinos, y no ha habido quien me lo sepa explicar".

25 Respondió José al Faraón: "El sue o del Faraón es uno solo. Dios ha manifestado al Faraón lo que va a hacer.

26 Las siete vacas buenas son siete a os, y las siete espigas buenas son siete a os: el sue o es uno solo.

27 Las siete vacas flacas y malas que subieron detrás de aquéllas, son siete a os; y las siete espigas vanas y abrasadas por el viento del este significan siete a os de hambre.

28 Es lo que he dicho al Faraón: Dios ha revelado al Faraón lo que va a hacer.

29 Vendrán siete a os de gran abundancia en todo el territorio de Egipto.

30 Pero a éstos seguirán siete a os de hambre, y se olvidará toda la abundancia que hubo en el pa s de Egipto. El hambre consumirá la tierra.

31 Será un hambre tan dura que no se recordará la abundancia.

32 Si el sue o del Faraón se ha repetido por dos veces, es porque Dios lo tiene firmemente decidido y Dios se apresura a ejecutarlo.

33 Ahora, pues, busque el Faraón un hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de la tierra de Egipto.

34 Que el Faraón actúe; que nombre intendentes al frente del pa s, y exija el quinto de la cosecha de la tierra de Egipto durante los siete a os de abundancia;

35 que ellos recojan todos los v veres de estos a os buenos que se acercan, y que, bajo la autoridad del Faraón, hagan acopio de trigo en las ciudades, para que haya qué comer, y que lo guarden.

36 Estos v veres serán una reserva para el pa s durante los siete a os de hambre que vendrán sobre la tierra de Egipto, y el pa s no será exterminado por el hambre".

José, gobernador de Egipto

37 Pareció sensata la proposición a los ojos del Faraón y a los ojos de todos sus servidores.

38 Y dijo el Faraón a sus servidores: "¿Podr amos acaso encontrar un hombre como éste, en quien esté el esp ritu de Dios?".

39 Luego dijo el Faraón a José: "Puesto que Dios te ha dado a conocer todo esto, no existe otro más inteligente y sabio que tú.

40 Tú serás el superintendente de mi casa, y todo mi pueblo estará sometido a lo que órdenes. Sólo el trono estará por encima de ti".

41 Y a adió el Faraón a José: "Mira, yo te pongo al frente de toda la tierra de Egipto".

42 El Faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José; mandó que lo vistieran con ropas de lino fino y puso un collar de oro en su cuello.

43 Le hizo montar sobre la segunda carroza que ten a y pregonaban delante de él: ¡Abrek! Y as, lo puso al frente de toda la tierra de Egipto.

44 Luego dijo el Faraón a José: "Yo soy el Faraón; sin tu permiso, nadie alzará mano ni su pie en toda la tierra de Egipto".

45 El Faraón puso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por mujer a Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On. Entonces José salió a recorrer la tierra de Egipto.

46 Contaba José treinta a os de edad cuando se presentó ante el Faraón, rey de Egipto. Se retiró José de la presencia del Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.

47 Durante los siete a os de abundancia, la tierra produjo a montones.

48 Recogió todos los v veres de los siete a os en que hubo abundancia en la tierra de Egipto y los almacenó en las ciudades, guardando en cada una de ellas los productos del campo de sus alrededores.

49 Acopió José trigo como las arenas del mar, en cantidad tan grande que hubo que dejar de medir, porque era incalculable.

50 Antes de que llegaran los a os del hambre, le nacieron a José dos hijos, que le dio Asenat, hija de Poti Fera, sacerdote de On.

51 José llamó Manasés al primogénito, pues se dijo: "Me ha hecho Dios olvidar todas mis penas y toda la casa de mi padre".

52 Al segundo lo llamó Efra m, porque se dijo: "Dios me ha hecho fructificar en el pa s de mi desdicha".

53 Cuando acabaron los siete a os en los que hubo abundancia en el pa s de Egipto,

54 comenzaron los siete a os de hambre, como José hab a predicho. Hubo hambre en todos los pa ses; mas en toda la tierra de Egipto hab a pan.

55 Cuando el hambre se hizo sentir en todo el pa s de Egipto y el pueblo clamaba al Faraón pidiendo pan, dec a el Faraón a todos los egipcios: "Id a José, y haced lo que él os diga".

56 El hambre se extendió por toda la superficie de la tierra. José abrió todos los graneros y vendió trigo a los egipcios, pues el hambre arreciaba en todo el pa s de Egipto.

57 De todos los pa ses ven an a Egipto para comprar trigo a José, pues el hambre arreciaba sobre toda la tierra.