Habacuc 2:5-7

5 Ciertamente la riqueza enga a al hombre altivo e infatigable que dilata sus fauces como el seol y es insaciable como la muerte, que se apodera de todas las naciones y se adue a de todos los pueblos.

6 (6a)¿No proferirán todos éstos contra él sátiras y dichos burlescos? Dirán: (6b)¡Ay de quien amontona lo ajeno -¿hasta cuándo? - y se carga de prendas!

7 ¿No se levantarán de repente tus acreedores, y no despertarán tus exactores? Entonces tú serás su presa.