Lucas 1:28-30

28 Y entrando el ángel a donde ella estaba, la saludó: "¡Salve, plena de gracia! El Se or está contigo".

29 Al o r tales palabras, ella se turbó, preguntándose qué querr a significar este saludo.

30 Entonces el ángel le dijo: "No temas, Mar a; porque Dios te ha distinguido con su favor.