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Mateo 12 - Biblia Castilian 2003


Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

1 En aquella ocasión, atravesó Jesús, un d a de sábado, por un campo de mieses; sus disc pulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comérselas.

2 Cuando los fariseos lo vieron le dijeron: "Oye, tus disc pulos hacen lo que no está permitido hacer en sábado".

3 Pero él les contestó: "¿No habéis le do lo que hizo David, cuando sintieron hambre él y los suyos:

4 que entró en la casa de Dios y comió los panes ofrecidos a Dios, a pesar de que ni a él ni a sus compa eros les era l cito comerlos, sino sólo a los sacerdotes?

5 ¿O no habéis le do en la ley que, los sábados, los sacerdotes quebrantan, en el templo, el reposo del sábado, sin pecar por ello?

6 Pues bien, yo os digo que aqu hay uno más grande que el templo.

7 Si hubierais comprendido qué significa: Amor quiero y no sacrificios, no habr ais condenado a estos inocentes.

8 Porque se or del sábado es el Hijo del hombre".

El hombre de la mano seca

9 Se marchó de all y se fue a su sinagoga.

10 Hab a un hombre que ten a una mano seca; y para poder acusar a Jesús, le preguntaron: "¿Es l cito curar en sábado?"

11 Pero él les contestó: "Si a uno de vosotros se le cae en un hoyo, en d a de sábado, la única oveja que tiene, ¿no le echa mano y la saca?

12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, es l cito hacer bien en d a de sábado".

13 Y le dijo a aquel hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió, y se le quedó tan sana como la otra.

14 Pero los fariseos salieron y, en un consejo contra Jesús, concertaron la manera de acabar con él.

El siervo escogido

15 Al saberlo Jesús, se alejó de all. Muchos lo siguieron; y él a todos los curó,

16 pero les encareció con palabras enérgicas que no lo descubrieran.

17 Para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isa as cuando dijo:

18 Mirad a mi siervo, a quien yo eleg; a mi predilecto, en quien se complace mi alma. Sobre él pondré mi esp ritu, y él dictará equidad a las naciones.

19 No porfiará ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.

20 La ca a cascada no la quebrará, y no apagará la mecha mortecina, hasta que haga triunfar el juicio

21 y en su nombre pondrán las naciones su esperanza.

La blasfemia contra el Espíritu Santo

22 Entonces le presentaron un endemoniado ciego y mudo y lo curó, de manera que el mudo pod a hablar y ver.

23 Toda la multitud estaba asombrada y se dec a: "¿No será éste el Hijo de David?".

24 Cuando lo oyeron los fariseos, replicaron: "Éste no arroja los demonios sino por arte de Beelzebul, pr ncipe de los demonios".

25 Pero él, penetrando en sus pensamientos, les dijo: "Todo reino dividido en bandos queda devastado, y ninguna ciudad o casa dividida en bandos podrá resistir.

26 Y si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra s mismo. ¿Cómo, pues, resistirá su reino?

27 Si yo expulso los demonios por arte de Beelzebul, ¿por arte de quién los expulsan vuestros disc pulos? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces.

28 Pero si yo expulso los demonios en virtud del Esp ritu de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

29 ¿Cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquearla, si primero no logra atarlo? Sólo entonces le saqueará la casa.

30 Quien no está conmigo, está contra m; y quien conmigo no recoge, desparrama.

31 Por eso os digo: cualquier pecado y blasfemia se les perdonará a los hombres; pero la blasfemia contra el Esp ritu no se les perdonará.

32 Si alguien dice una palabra en contra del Hijo del hombre, se le perdonará; pero el que la diga en contra del Esp ritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el futuro.

33 O tenéis por bueno el árbol y por bueno su fruto, o tenéis por podrido el árbol y por podrido su fruto; pues por el fruto se conoce el árbol.

34 ¡Raza de v boras! ¿Cómo podréis decir cosas buenas, siendo malos? Porque de lo que rebosa del corazón habla la boca.

35 El hombre bueno de su buen tesoro saca lo bueno; y el hombre malo de su mal tesoro saca lo malo.

36 Pero yo os aseguro que de toda palabra dicha sin fundamento que hayan proferido los hombres tendrán que dar cuenta en el d a del juicio.

37 Porque tus palabras te justificarán y tus palabras te condenarán".

La generación perversa demanda señal

38 Entonces se dirigieron a él algunos escribas y fariseos con estas palabras: "Maestro, quisiéramos ver alguna se al tuya".

39 Él les contestó: "Esta generación perversa y adúltera reclama una se al, pero no se le dará más se al que la del profeta Jonás.

40 Porque as como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres d as y tres noches, as estará el Hijo del hombre en las entra as de la tierra tres d as y tres noches.

41 Los habitantes de N nive comparecerán en el juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y aqu hay uno que es más que Jonás.

42 La reina del sur comparecerá en el juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino desde los confines de la tierra para o r la sabidur a de Salomón, y aqu hay uno que es más que Salomón.

El espíritu inmundo que vuelve

43 Cuando el esp ritu impuro sale del hombre vaga por los desiertos buscando reposo, pero no lo encuentra.

44 Entonces se dice: "Me volveré a la casa de donde sal ". Y al llegar a ella, la encuentra desocupada, barrida y arreglada.

45 Entonces va, toma consigo otros siete esp ritus peores que él, entran en la casa y se instalan all, y resulta que la situación final de aquel hombre es peor que la de antes. As le sucederá también a esta generación perversa".

La madre y los hermanos de Jesús

46 Todav a estaba él hablando al pueblo cuando su madre y sus hermanos, que se hab an quedado fuera, intentaban hablar con él.

47 [Y le dijo uno: "Mira que tu madre y tus hermanos están ah fuera y quieren hablar contigo".]

48 Pero Jesús le contestó al que le hablaba: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".

49 Y extendiendo la mano hacia sus disc pulos, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos.

50 Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre".